lunes, 27 de septiembre de 2010

Mi folosofía de vida.

  ¿Por qué la mayoría de las personas, cuando tenemos un pensamiento más o menos profundo, nos referimos a él como filosofía? ¿Acaso somos filósofos o hemos estudiado alguna carrera universitaria? Muchas de las personas y, yo me incluyo en esta larga lista, nos creemos en posesión de la verdad absoluta al hablar sobre algún tema más o menos místico o misterioso o fuera de lo común. ¡Cuan equivocados estamos!
  ¿Por qué la mayoría de las personas tenemos algo de temor a lo desconocido? ¿Acaso no nos podemos imaginar ni pensar que lo que nos va a venir puede ser mejor de lo que tenemos? Muchas personas y, yo me incluyo en esta larga lista, confiamos más en lo que ya tenemos que en lo que el futuro nos tiene reservado para nosotros, somos cobardes ante nuevas situaciones, ante nuevos retos…
  ¿Por qué la mayoría de las personas juzgamos a alguien sin a penas conocerlo? ¿Acaso somos tan ciegos y estúpidos a la vez, de creernos los mejores del mundo? Muchas personas y yo entre ellas, nos creemos lo que vemos y no vemos el interior de las personas. Muchos juzgamos sin saber ni ver más allá de lo que nuestros débiles ojos nos permiten observar, somos unos auténticos necios.
  Y así podría seguir horas y horas elaborando preguntas, cuestiones infinitas que no hacen nada más que poner en entre dicho nuestros más profundos cimientos de la vida, de nuestros principios más básicos de la existencia: ¿somos mejores que los animales?, ¿somos más inteligentes que el resto de las personas?,… A veces nuestras inquietudes hacen tambalear nuestra conciencia y nuestro ser.
 
  Todos nosotros pensamos de manera más o menos similar, pero todos somos diferentes. Todos tenemos nuestra teoría, nuestra hipótesis, nuestros pensamientos, nuestras maneras de obrar, pero hay “algo” que nos asemeja: el poder de pensar.
  El pensamiento, facultad que poseemos todos los seres vivos de nuestra querida Tierra, muy olvidada por algunos hombres y, digo bien al referirme sólo a la raza humana y no a la totalidad de los seres que pueblan este maravilloso planeta (que por cierto, no es tan grande como alguno de nosotros puede pensar, ya que por ejemplo, el astro rey, el Sol, podría albergar en su interior hasta la totalidad de 1 millón de Tierras). En la Tierra tenemos cabida todos los seres, grandes o pequeños, bellos o feos, carnívoros o herbívoros, inteligentes o tontos,… Todos tenemos derecho a morar en este planeta. Cuando digo todos me refiero también lógicamente a los animales, a las plantas, a los árboles, en definitiva, a todos los seres vivos.
  A veces me he preguntado y he cuestionado sobre la inteligencia de nosotros ante los animales. Ahora, a mi edad no tengo ninguna duda sobre quién posee este don, si nosotros o “ellos”: sin duda alguna, “ellos” son mucho más sabios e inteligentes que nosotros. Quizá, quien lea esto podrá pensar que estoy equivocado, no me importa y no me avergüenza el volverlo a decir: los animales (o sea, “ellos”) son más inteligentes que los hombres. Cuando estudiaba ciencias naturales, me explicaron que existían los animales racionales y los animales irracionales, nosotros nos incluían en el primer grupo porque podíamos razonar las cosas, teníamos la capacidad del pensar.
Pero ahora me doy cuenta que los animales racionales no somos nosotros sino “ellos”: nosotros matamos por placer; violamos a niños; quemamos bosques; nos movemos por el “puto” dinero; tenemos nuestras vidas programadas al minuto (no comemos aunque tengamos hambre hasta que no sea la hora convenida por la sociedad); mentimos e incluso pisamos a nuestros compañeros por conseguir un ascenso en nuestro trabajo; en definitiva, venderíamos a nuestra madre por placer.
  En cambio, “ellos”, matan para poder comer, para subsistir; atacan para proteger a sus familias; comen cuando tienen hambre; y, después de esto, ¿aún tienes dudas sobre quién es más inteligente?

  La vida es un don  que todos poseemos, no es menos cierto el pensar en que hay personas que tienen menos suerte que otras, que son menos afortunadas; personas que parece que todo les sale bien y, otras que todo va en su contra. Pero la suerte, a veces depende de nosotros mismos, la suerte no te viene, hay que ir a buscarla. Ante la adversidad lo único que tenemos que hacer es plantarle cara, echarle coraje al problema y, afrontarlo con optimismo. Tenemos que pensar que no todo son casualidades para un sabio, el esfuerzo puede ayudar a la buena suerte. Mi “filosofía” es que ante la adversidad, no te hundas; ante los problemas, lucha; ante las dificultades, mantente firme; se siempre positivo ante la vida, se optimista.

  En cierta ocasión, cuando expliqué que escribía cuentos, se rieron de mi afición, al principio me dolió, no por el hecho de que se rieran, sino porque me sentí como si me cortaran las alas de la libertad. El escribir puede llevarte a infinidad de pasajes, de aventuras, puedes convertirte en ese héroe que llevas dentro y nunca te atreves a sacarlo fuera; puedes desconectar de este mundo e imaginarte situaciones nuevas que tu “ego” más profundo desea realizar; al escribir puedes decir una frase o una palabra relevante que puede ayudar a alguien a mejorar su vida.
A pesar de las risas del momento, yo sigo con mis quehaceres y, aquí estoy otra vez, sentado delante del teclado escribiendo mis filosofías: no debemos pensar que nuestro tiempo ha pasado, mientras estemos aquí, siempre habrá algo para aprender y mucho por hacer.

  Antes de proseguir con mi filosofía de vida, permitidme que os cuente una historia que sucedió hace mucho tiempo:
  “Cuenta una leyenda muy antigua, que había un árbol en mitad de la nada. Cuentan los más antiguos del lugar, que este árbol, a pesar de su soledad, tenía un don: todo el que se acercaba a él, cuando se alejaba, se iba con una sonrisa dibujada en la cara. A pesar de este don mágico, las estrellas vieron al árbol llorar y, en el Cielo hubo una asamblea: acudieron todos los Planetas, todas las Estrellas del firmamento (incluso la Estrella fugaz se mantuvo quietecita un instante), todos los asteroides (sí, ese también fue), incluso se acercó despacito el Sol, nadie absolutamente nadie quiso perderse dicha reunión. Todos tenían cosas que decir y todos querían aportar su granito de arena para que ese pobre árbol no se sintiera tan sólo ni tan triste: Mercurio fue el primero en tomar la palabra: podríamos contarle un cuento a la hora de dormirse y así tendría buenos sueños y estaría contento por la noche, sugirió. El segundo en hablar fue Venus, puede ser buena idea pero no es lo suficiente porque sólo estará contento por la noche y, el resto del día, llorará;… y, así, uno por uno fueron hablando y, al final del día se llegó a una conclusión: el mejor regalo que le podemos hacer al árbol es nuestra Amistad.
  A partir de ese día, todas las Estrellas, todos los Planetas del Universo, todos los Asteroides, todos los Meteoritos y, todos los cuerpos celestes, cuando tenían un momento libre, lo dedicaban para estar al lado de ese árbol mágico que tanto les había ayudado con su don.”
  No hay que ser muy listo para entender el significado de este cuento (o quizás sí, porque nosotros no somos “ellos”): La Amistad puede curarlo todo, incluso la tristeza.” Pero nunca olvides que para tener un amigo, sólo falta un requisito, serlo. Los buscadores de oro, mataban por el preciado metal; los piratas buscaban tesoros en alta mar; los hombres buscan poseer grandes fortunas; y, nadie es capaz de darse cuenta de que el mayor tesoro que tenemos es un amigo.

  Siguiendo con mi filosofía, permíteme hacer un paréntesis para escribirte un par de frases que he ido recopilando desde jovencito:
  “La vida se ha de tomar con amor y con humor. Amor para comprenderla y humor para sobrellevarla.”
  “La vida incluye, entre otras muchas cosas, un viaje gratis alrededor del sol todos los años.”
  “Lo importante no es mantenerse vivo, sino mantenerse humano.”
  “Un buen líder no acapara toda la gloria, pero sí acepta toda la responsabilidad cuando salen mal las cosas.”
  “Si quieres amar a Cristo, tu amor tendrá que abrazar al Mundo entero.”
  “La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz.”
  “La vida es así, sólo tienes que disfrutarla.”
  “Con dinero se puede comprar todo, menos la amistad.”
  “No es más ciego el que no tiene ojos, sino el que no quiere ver.”
  “El que te habla de los defectos de los demás, a los demás habla de los tuyos.” (Esta frase no es mía, sino de una amiga).
 
  Mi consejo es que vuelvas a leer detenidamente cada frase que te he escrito y la analices, puede que encuentres esa luz que ibas buscando y no encontrabas desde hace tiempo.

Pues bien y, ya para terminar te contaré otra corta historia basada en mi filosofía de la vida:
  “Hace muchos, muchos años, el Mundo vio nacer a un niño. Este jovencito estaba en el andén de una gran estación, una estación enorme en la que iban a parar infinidad de trenes, de ferrocarriles. Cada tren conducía a un destino diferente: al aburrimiento, a la curiosidad, al entusiasmo, a la euforia, a la alegría, a la duda, a la apatía, a la verdad, al trabajo, a la felicidad, al amor, a la paciencia, a la cobardía, a la locura, en definitiva, conducían a los sentimientos y cualidades de los hombres, también iban al deseo, al egoísmo, a la pereza, a la envidia, al olvido, a la Fe, al triunfo, a la pasión,…
  A medida que ese niño iba creciendo, iba acumulando distintos destinos en su haber; cogía un tren y bajaba al final del trayecto y, a veces, el tren que sólo tenía un final, se encontraba con otro final; por ejemplo, el que tenía como término al trabajo, a lo mejor también tenía al éxito. El que su final era el amor, a lo mejor también poseía la felicidad.
  Ese joven poseía la virtud de poderse bajar del tren antes que llegara a su recorrido final. Entonces se encontraba en otra gran estación, un poco más pequeña que la primera, en la que también iban a parar mucho trenes, menos que en la estación de origen. Era entonces cuando el joven se subía a otro ferrocarril que le conduciría a otro destino. Y así sucesivamente, hasta llegar a la penúltima estación, cuando ya sólo podía sentarse en un banco, mirar hacia atrás y ver todo lo que había ido acumulando durante su largo caminar por la vida. Ahí, en la estación, esperaría su último tren, la muerte, que le llevaría a un final donde todos, sin remisión, vamos a parar.”

  Esta historia me la contó un amigo, un gran amigo de la infancia, que por desgracia, el último tren se lo llevó siendo muy joven…

Pues bien, he aquí parte de mi filosofía de la vida. Todo lo que he dicho, tanto los cuentos como las frases son parte trascendental de mi manera de pensar. Y, no quisiera despedirme, sin antes citar unas palabras de un erudito: “La vida, filosóficamente hablando, es una mezcla del presente y de nuestros deseos de futuro.”

Aferrados al "no" (escrito sobre la depresión):

Muchas son las historias que me vienen a la cabeza en este instante, pero os voy a contar un cuento que desde el momento que me lo explicaron, mi forma de pensar cambió radicalmente:

  “En cierta ocasión, allá a lo lejos, en medio del bosque, tuvo lugar una reunión de animales, el tema era muy sencillo: levantar el ánimo de todos los animales del bosque.
  Por un extraño encantamiento, todos los animalillos que vivían en ese lugar y todos los animales que se adentraban en ese bosque, la pena se adueñaba de ellos. Nadie podía dar una explicación a lo que ahí sucedía. Eran muchos los que asistían a ese bosque para “salvar” a sus amigos los animales, pero cuando entraban en ese territorio, la tristeza se les apoderaba y no podían hacer nada para liberarse de esa sensación; sólo al salir de la “frontera” del bosque, recuperaban la alegría y la felicidad. Era algo inexplicable, nadie daba crédito a ese sentimiento tan desagradable…Pero los animales que vivían en ese bosque, se negaban a abandonar sus hogares y sus tierras; aunque siempre estaban tristes, ellos estaban unidos y querían afrontar el reto de volver la alegría a sus tierras.
  El señor Búho tomó la palabra: “Amigos, hemos llegado a una situación límite, todos nosotros no podemos seguir viviendo de esta manera, sólo tenemos dos caminos: o seguir luchando o abandonarlo todo y seguir sumidos en nuestra tristeza…”
  “Yo ya no aguanto más-dijo el caracol-, siempre tengo que llevar esta casa a cuestas y, no lo soporto más…”
  “Kikirikí-dijo el gallo-, yo no quiero ser el primero en levantarse cada día, yo quiero dormir más tiempo…”
  “Pues miradme a mí –dijo la vaca- tengo la piel con manchas negras, con lo bonita que sería si sólo fuera de color blanco…”
  “Y nosotras tenemos que ir de flor en flor –dijeron las abejas- en busca de alimento, con lo fácil que sería encontrar la comida en una sola flor…”
  Y así, fueron hablando y quejándose todos los animales del bosque de la “tristeza”. Todos los animales no estaban conformes con lo que eran ni cómo eran, todos querían ser diferentes y no entendían que ese comportamiento les llevaba a un estado de disconformidad en ellos mismos y, eso les hacía ponerse tristes, es decir, la tristeza que tenían era provocada por ellos mismos.
  Mientras cada animal iba exponiendo sus quejas, llegó una paloma y se posó en la rama del majestuoso roble que se levantaba en medio del bosque, justo donde tenía lugar la reunión. Muy atentamente, la paloma fue escuchando a cada uno de los animales. Cuando todos terminaron de quejarse, intervino la mágica paloma y les dijo:
  “Pensad en una cosa: por cada minuto de enfado y de tristeza, perdéis sesenta segundos de felicidad. Cada uno de vosotros sois de una manera, tenéis vuestros fallos, pero también tenéis vuestras cualidades. Tenéis que dejar aflorar lo bueno de vosotros y, podréis tapar vuestros defectos. Debéis aceptaros tal y cómo sois y podréis conseguir la felicidad. Pensad que hay animales, y os lo digo porque los he visto, que están encerrados en jaulas, que están en parques zoológicos, que si bien los cuidan, pero nunca podrán disfrutar de la pradera ni del bosque; vosotros en cambio, podéis disfrutar de lo que más apreciamos nosotros los animales: la libertad. Vosotros tenéis libertad para moveros por donde queráis, todos vosotros sois amigos y os conocéis y os ayudáis en todo, hay animales que no tienen nada de eso, vosotros os quejáis y no sois conscientes de lo bien que estáis. A vuestra manera y según vuestra capacidad, todos podéis contribuir a alegrar a los demás.”
  Dicho esto, la paloma emprendió el vuelo hacia otro paraje. Desde aquel instante, todos los animales allí presentes se dieron cuenta de lo afortunados que eran y la felicidad y la alegría volvió a reinar en los corazones de todos los animalillos del bosque. Por cierto, a esa paloma le pusieron el nombre de: la paloma de la Paz.”

  Me gusta mucho escribir historias y cuentos, me sirven para evadirme un ratito de la realidad, pero para daros a entender el tema de hoy, qué mejor que contaros una historia real, mi historia real:
  Por desgracia, todos hemos pasado por la vivencia de la muerte de un ser amado ( ¡qué ironía!, vivencia y muerte, vida-muerte, puede parecer una contradicción pero os aseguro que todo en la vida se basa en lo mismo, en contradicciones: paz-guerra, armonía-caos,… más adelante lo entenderéis), pero pocos de vosotros habéis sufrido la muerte de un ángel. Ese ángel es mi madre que en paz descanse. No voy a entrar en detalles, (eso ya lo hice en otro cuento (el homenaje)), simplemente os diré que el golpe fue durísimo. Lo que más lamentaba en este mundo era el hecho de no poder abrazarla, yo quería pero no podía y, esa imagen grabada en la memoria de cualquier niño, el tierno abrazo de una madre, no volvería a ocurrir; y, no podía dar crédito a esa situación. Me corrompía la sangre ese pensar. Os confesaré que durante la primera semana después del trágico suceso, yo, al volver del trabajo e ir hacia mi casa (vivía en Palma con Carmen y Nuria), en motocicleta, iba llorando y me daba todo igual, me era igual si me la pegaba en la primera curva o no, me daba igual el vivir o el morir.
  Recuerdo que estando en casa, tenía que hacerme el duro delante de los míos, dureza que se desmoronaba sólo al salir a la calle. Pero todo cambió en el transcurso de un período corto de tiempo, me di cuenta que tenía que luchar, luchar por los seres más queridos, luchar por mi mujer y por mi hija y, esa Fe en la lucha por ellas, fue la que me hizo salir del pozo de la tristeza.
  Os aseguro que todos tenemos a alguien por quién luchar, todos tenemos nuestra pareja, o nuestros hijos, o un familiar, o un amigo; pero todos tenemos a un ser querido por el cual debemos luchar.
  Sería falso si yo os dijera que me he olvidado de mi madre, bueno más que falso sería una estupidez por mi parte pensar que vosotros os lo ibais a creer, os diré más, no hay día que no me acuerde de ella, pero sé que ella es feliz al verme que estoy bien y que los míos están bien y, eso me da aún más fuerzas para seguir luchando…

  En la vida de una persona ocurren, por desgracia, momentos desagradables que quisiéramos que nunca nos hubieran pasado. Estos acontecimientos desafortunados que nos depara la vida, tenemos que acogerlos con entereza. Indudablemente, nuestra vida no la podemos escoger; nosotros estamos encadenados a un destino difícil de saber y de comprender, pero que a la vez puede resultar interesante y emocionante, todo depende cómo lo aceptemos y cómo lo vivamos.
  Durante el tiempo que vivimos no tenemos que estar aferrados a tiempos pasados, muy al contrario, hay que afrontar el futuro con ilusión, con alegría; tenemos que aprender del pasado para vivir nuestro futuro.
  Creo que con un par de frases entenderás lo que te quiero decir:
  “Añorar el pasado es correr tras el viento”.
  “Algunas veces queremos regresar al pasado, pero en el futuro querremos regresar más veces al presente”.
  “No creas en el tiempo y cree en el ahora, que es lo único que sabes con certeza”.
  Con esto no quiero decirte que te olvides de lo vivido, que ignores el pasado, sencillamente te intento decir que recuerdes lo que hasta ahora has vivido para que “cojas” la experiencia necesaria para afrontar las posibles dificultades que te aguarda tu destino. Mira el futuro con ilusión, sólo así podrás ser feliz.

    La vida hay que vivirla con alegría, hay que “plantarle”cara a los problemas, hay que echarle “morro” a las dificultades, en definitiva, hay que disfrutar de todos los momentos que vivimos.

  Como os he dicho al principio, la vida está llena de contradicciones: blanco o negro, alegría o tristeza, risas o llantos, hablar o callar, amigos o enemigos, divertido o aburrido, arriba o abajo,…
  Pero en la vida no es o “todo” o “nada”, no es “si” o “no”, en la vida hay un término medio de las cosas; no todo es o bueno o malo. La vida es sencillamente como tú quieras que sea: si tú quieres amargarte la existencia es cosa tuya, pero piensa que la vida es el mejor regalo que uno puede recibir.
 
  Os voy a escribir un par de frases y seréis vosotros mismos los que juzguéis entre el “sí” o el “no”; y, cuando digo “no” (me imagino que ya me entendéis: no tengo ganas de hacer esto; no tengo ganas de salir a la calle; no tengo ganas ni de comer; no quiero ir a dar una vuelta con los amigos; no tengo ganas de levantarme de la cama;…) “ciertamente” estoy diciendo “no” a la vida:

  “No hay más que tres acontecimientos importantes en la vida: nacer, vivir y morir. No sentimos lo primero, sufrimos al morir y nos olvidamos de vivir.”
  “Para triunfar en la vida, no es importante llegar el primero. Para triunfar simplemente hay que llegar, levantándose cada vez que se cae en el camino.”
  “En dos palabras puedo resumir lo que he aprendido en la vida: sigue adelante.”
  “Ante la adversidad, no te hundas; ante los problemas, lucha; ante las dificultades, mantente firme; sé siempre positivo ante la vida, sé optimista.”
  “Tres cosas irrevocables para la vida son: el tiempo, las palabras y las oportunidades,… Tres cosas que no debes negarle a tu vida son: serenidad, honestidad y esperanza,… Tres cosas que deteriora la vida son: el orgullo, la arrogancia y el enojo,… Tres cosas que son tu elección: tus sueños, tu éxito y tu destino,… Tres joyas que se tienen en la vida son: la autoestima, el amor y los verdaderos amigos.”
  “Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.”
  “El que no considera lo que tiene como la riqueza más grande, es desdichado aunque sea dueño del mundo.”
  “El hombre tiene la facultad de modificar su vida, modificando su actitud mental.”
  “¡Qué maravillosa ha sido mi vida!, ojalá me hubiera dado cuenta de ello antes.”
  “La felicidad humana no se logra con grandes golpes de suerte que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.”
  “Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades.”
  “El bosque sería muy triste si sólo cantaran los pájaros que mejor lo hacen.”
  “Lo que cuenta no es lo que das, sino el amor con el que lo das.”
  “A veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota.”
 
  Un día me contaron una historia y, como no, los protagonistas eran “ellos”, y dice así:
  “Cierto día, hace ya muchos años, había un pajarito que se hizo adulto y tuvo un hijito. Cuando el pajarito-bebé creció lo suficiente, su papá le dijo:
-Hijo mío, ya estás preparado para empezar a volar.
-Pero papá –le respondió su hijo-, yo no sé volar y me puedo caer desde lo alto de esta rama, y los demás animalillos se pueden reír de mí.
-No te preocupes –le dijo su papá-, nadie nace enseñado; y, si te caes, te volverás a levantar y lo volverás a intentar y, si te vuelves a caer, te volverás a levantar de nuevo y lo intentarás otra vez; y, si te caes siete veces, te levantarás ocho; porque caerse está permitido, levantarse es obligatorio. Piensa siempre esto que te he dicho, y no permitas que “nadie te corte las alas”.
  No importa decir cómo acaba esta historia, simplemente os diré que este pajarito se hizo mayor y se convirtió en la imperial águila real que surca los cielos de nuestro territorio español.

  Soy un aficionado al cine, me encanta el cine y, siempre que puedo intento ir y pasar un rato agradable. Raras veces veo las películas una sola vez, me gusta verlas como mínimo dos veces. La primera vez que ves un film, te fijas en los protagonistas, ves solo lo que está en el primer plano de la pantalla. Pero cuando ves la película por segunda vez, observas cosas que antes no habías visto, miras más allá de la escena principal y empiezas a ver los segundos planos, los actores secundarios y los extras.
  En la vida pasa algo parecido: vamos por la vida viendo solo lo que está delante de nuestros ojos, no nos fijamos lo que hay alrededor. Cuando paseamos por un parque, vemos árboles y solo vemos los árboles, pero si te fijas un poco, puedes ver que en una de las ramas hay una ardilla que está haciendo equilibrios para que no se le caiga la nuez que lleva hacia su “casita” para guardarla y poder comer en el invierno. Si te sigues fijando, a parte de las ramas, podrás ver a un pajarito que lleva en su pico una pequeña ramita y la deposita con cuidado al lado de otras ramitas para poder hacer su nido.
  Vamos por la vida mirando solo lo que abarcan nuestros débiles ojos, y no nos damos cuenta que hay otras muchas cosas a nuestro alrededor que hacen que la vida sea más agradable. No te fijes sólo en el primer plano, mira también lo que está detrás. La suma de pequeños detalles puede hacer que nuestra existencia, que nuestra vida sea más feliz.

  Por último os diré que depresión rima con decepción, con terminación, con perdición, con aniquilación, con saturación y, con persecución;  pero no olvides jamás, que depresión también rima con: ILUSIÓN, con ANIMACIÓN, con SALVACIÓN, con INSPIRACIÓN, con PASIÓN, con CANCIÓN, con PERFECCIÓN, con DETERMINACIÓN, con ACCIÓN. No lo olvidéis nunca, os lo digo con el CORAZÓN.

  Dicho todo esto, sólo me queda haceros una REFLEXIÓN: no lo dudes, de ti depende, salir del pozo o seguir en el “bosque de la tristeza” y estar aferrado al “no”.


Real como la vida misma.

"El amor es ciego, por eso nadie es perfecto."
"Si miras detrás ten cuidado no tropieces; por eso yo mira siempre hacia delante."
"Si te vas de viaje, no mires tu bolsillo; de lo contrario, quédate en casa."
"Si no quieres perder nada, cómprate un imperdible; lo demás todo se pierde."
"Si quieres hablar y decir cosas, dílas sólo si mejoras tu silencio."
"Si cogiste una "rosa", cuidado con las "espinas"."
"Si buscas tranquilidad, vete a ver el mar."
"Si deseas felicidad, escucha la risa de un niño."
"La vida es demasiado bonita para desperdiciarla discutiendo con la gente."
"Si te pesa la cartera, es debido a que tienes muchas monedas; pero no significa que tengas mucho dinero."
"Si buscas paz, en la música la encontrarás."
"Si necesitas una palabra de apoyo, busca un amigo verdadero."
"Si tienes miedo a la vida, plántale cara y desafíala."
"Si estás sin fuerzas, no te lo pienses: lucha."
"Si empezaste una cosa, ¿a qué esperas para terminarla?"
"Si amas a una persona, demuéstraselo."
"Si quieres a un animal, cuídalo como harías con un amigo."
"Si lloras al ver una película, no te avergüences: eres sensible."
"Si quieres tener el regalo más bonito del mundo, pídele un beso a tu hijo."
"Si ves las lágrimas de un amigo derramar, dale tu mano y ofrécele tu hombro."
"Si escuchas el canto de un pájaro, ábrele la puerta de su jaula y déjalo en libertad."
"La vida no será la fiesta que todos deseamos pero mientras estemos aquí, debemos bailar."

Carta de un preso (tercera parte):

Carta desde la melancolía:

  Otra vez el Sol se despierta y la Luna se acuesta, otro día se levanta ante mí, ¿será hoy el día que yo espero?
  Antes de seguir exponiéndole mi penar, permítame recitarle una poesía que he escrito expresamente para vos, espero que estas palabras escritas desde el corazón, ablanden el suyo y permitan a este preso de amor quedar definitivamente en libertad:

  “Anoche soñé con Vos,
soñaba que me quería,
que mi vida tenía sentido,
y mi corazón por vos latía.

  La alegría inunda mi vida,
la felicidad rebosa el alma mía,
el amor en mi corazón se ha quedado,
Vos sois la “culpable” de todo mi penar.

  Siempre temo nuestras despedidas,
a menudo me pregunto si habrá un mañana,
casi siempre lloro cuando no está a mi lado,
de lo único que estoy seguro
es que siempre la querré.”

  Por mucho que lo intente, no consigo olvidarme de Vos y, sólo deseo volverla a ver. ¡Ojalá esta tarde, como todas las tardes hasta ayer, nos volvamos a encontrar!
  Nuestros corazones laten sin parar, nuestras vidas no pueden seguir de esta manera, nuestras almas gemelas sólo tienen un camino: el estar juntas para toda la eternidad.
  Parece que usted no sea consciente de nuestro destino; deje que el amor, que nuestro amor fluya por nuestras venas, que el cariño y el deseo rebose en nosotros, permita que este corazón herido viva dentro de Vos. No niegue lo evidente, no justifique lo injustificable, deje de seguir engañándose y ¡libéreme de esta pesada carga que tengo que sufrir día tras día!
  Sí señora Juez, como ya le dije, sólo usted tiene la llave de mi celda. Sólo usted puede conseguir que este corazón destrozado por el infortunio del destino, vuelva a sonreír.
  Pienso en el instante en que nos volvamos a ver, en el momento en que los dos nos abracemos, nos besemos, nos toquemos. Sólo puedo pensar en verla de nuevo, en volver a ver sus preciosos ojos azules y sus labios rojos como el color de mi sangre. Volver a mirar su melena de color negra y, su figura esbelta. Sólo deseo estar una noche con Vos para poder demostrarle lo mucho que la quiero, ¡daría mi vida por estar cerca de usted!

  La hora del reencuentro vuelve a estar cercana, la hora en que los dos nos volvamos a ver está cada vez más cerca… ¡Cuán larga es la espera dentro de la cárcel!

  “Muchas veces los grandes destinos se construyen a partir de pequeñas cosas.”
  El amor que le tengo, el deseo por Vos no es un sentimiento terrenal, está al alcance de unos pocos, usted es la persona más maravillosa que he conocido jamás. Hay varias maneras de querer a una persona, pero una sola de amarla. Por mucho que lo intente, no puedo parar de pensar en usted; por mucho que me esfuerce, no consigo apartarla de mis pensamientos; por mucho que me diga, sólo la amaré a usted.

  “La vida nos lo pide, nos lo pide el corazón.”
  ¡Cuánto la amo! Sólo deseo estar a su lado una vez más. Este pobre preso de amor le pide una oportunidad para volverla a ver, para volverla a abrazar, para volverla a acariciar, en definitiva, sólo le pide que por favor no me falle otra vez: por favor acuda hoy a nuestra cita diaria en el parque que hasta ayer era el parque de la esperanza y, hoy es el de la desesperación. No falte a su cita, yo ya la estoy esperando aquí sentado en el mismo banco de siempre. No lo niegue, no se resista, sólo acuda a nuestra cita, por favor se lo pide un corazón desorientado…

  “No tenga miedo de dar el paso, déjese llevar por sus sentimientos”.
Bien, esperando estoy una vez más y las pesadas manecillas del reloj marcan la hora de nuestro reencuentro y, a pesar de mirar por todos los costados, sigo sin ver a mi estrella, a mi destino, ¿por qué me castiga de esta forma? ¿no es Usted mi libertadora? A lo mejor me he equivocado y la vida me da una mala pasada…, a lo mejor Vos no es la persona que me tiene que “sacar” de la cárcel…
  Sentimientos de pasión, pasión infinita, infinita cautividad, cautividad oscura, oscura mi suerte, suerte maldita, maldita Vos por confiar en usted.
  ¡Qué duro es el amor! ¡Qué triste es la vida sin tener un ser amado, pero más triste es tenerlo y no poder estar a su lado!
 
  “Si amas a una persona, demuéstraselo.”
  No me quiero alargar más con esta carta que espero le llegue hasta el alma; no quiero sumergirme en las gélidas aguas del desamor; no quiero hacer caso de mi pensar, tan sólo quiero escuchar a mi corazón y pensar que esta ausencia de Vos a nuestra cita es debida a un descuido por su parte. Descuido imperdonable, pero no dude que este preso volverá mañana a este oscuro lugar con el único pensar de volverla a ver y abrazar, porque el amor que le tengo es un amor eterno. La quiero con locura, la deseo, la amo, la adoro y, por tanto, no se preocupe que mañana acudiré al parque para intentar verla, no me vuelva a fallar, por favor.

  P.D.:  Cada noche sueño con Vos, sé que algún día está más próximo, sé que el día de mi libertad se acerca, siempre habrá la esperanza del amor.


 

domingo, 19 de septiembre de 2010

El riachuelo.

  Hola humanos, estoy aquí para contaros lo que me sucedió hace mucho tiempo:
  “Recuerdo que era invierno, hacia mucho frío, los árboles habían perdido todas sus hojas y apenas se podía encontrar algo de comida.
  - Uno, dos,…, uno, dos,…, no paraba de repetir el sargento; así es como el resto de compañeras y yo le llamábamos. ¡Venga daros prisa! Hay que encontrar comida, un trozo de rama de árbol, cualquier piedra, lo que sea,… Uno, dos,…, uno, dos,…
  Salíamos a la superficie cada mañana, a primeras horas del día, cuando aún el sol estaba asomando por el horizonte y su reflejo se podía ver allá, a lo lejos, en el mar. Al salir, encontrábamos nieve recién caída de la noche anterior, nuestras pequeñas pero fuertes piernecitas aguantaban como podían ese manto blanco helado y, yo siempre me paraba preguntándome qué había ahí, cruzando el río. Mi casa, nuestra casa, estaba situada en lo alto de una montaña, a escasos metros de un río que más abajo desembocaba al mar. Cuando era estío, las flores y los árboles rebosaban felicidad y vida, los pájaros cantaban y revoloteaban por el prado y, nosotras, sonrientes, disfrutábamos del sol, a pesar del sargento. Pero al llegar el otoño, todo cambiaba, oscurecía más pronto y empezaban las heladas. Pero yo sólo tenía en la mente un pensamiento: ¿Qué hay en el otro lado del río?
  Pues bien, un día del duro invierno que sufrimos ese año, me aparté de mis compañeras sin que se dieran cuenta. Había cogido de mi “habitación” una pequeña bolsa con unas migas de pan duro que habíamos encontrado el día anterior. Mi único y prioritario objetivo era cruzar el río… Me acerqué a él y pude contemplar que no había ningún puente por el que poder pasar al otro lado. Miré hacia la derecha, hacia la izquierda, y a unos doscientos metros de donde yo estaba, había un tronco de árbol que lo cruzaba, ese era mi destino, el puente hacia lo desconocido.
  Recuerdo que empecé a andar pero a medida que iba avanzando el día, la nieve más tierna se iba derritiendo y convirtiendo en grandes torrentes de agua (para mí lo eran, para vosotros los humanos simplemente serían unas cuantas gotas), me cogí de inmediato a unas hierbas que habían en mi camino, me sujeté con todas mis fuerzas hasta que pasó la tormenta del deshielo; extenuada de tanto esfuerzo, me quedé dormida. Me despertaron voces humanas y, una pisada vuestra sólo  significa para nosotras una cosa: la muerte. Corrí todo lo que pude para esconderme debajo del famoso tronco. Una vez allí, esperé a no oír nada. Luego me subí al tronco del árbol y me dispuse a cruzarlo. Cuando llegué al otro lado, me encontré con otras compañeras, con otro “sargento”, con más campo, en definitiva, más de lo mismo. Pero para mí, significaba un éxito: lo había conseguido.”

  Os voy a confesar que yo soy una hormiga. Si yo, que soy un pequeño animal pude conseguir mi objetivo, tú que eres un humano, una persona, puedes alcanzar lo que te propongas.

  A base de tesón, de esfuerzo, de lucha, de sudor, puedes conseguir todo lo que te propongas. Piensa siempre que si quieres una cosa, puedes conseguirla, porque: “Querer es poder”.


domingo, 5 de septiembre de 2010

Frases que tratan sobre la amistad.

  "La única manera de tener un buen amigo, es serlo."
  "Con dinero se puede comprar todo...menos la amistad."
  "Todo el mundo quiere tener un amigo, pocos se toman la molestia de ser uno."
  "Un amigo nunca te dice lo que tú quieres escuchar, te dice la verdad y lo que es mejor para ti."
  "Cuando nos duele una muela, acudimos al dentista; cuando nos duele el corazón, acudimos a nuestra pareja; y, cuando nos duele el alma, acudimos a nuestro amigo."
  "No busques dinero en mí; no me persigas para dar la vuelta al Mundo; sólo te prometo una cosa: mi amistad incondicional."
  "Quiero ser tu fortaleza en tu debilidad, quiero ser tu apoyo y contigo poder contar."
  "Si un día te dan ganas de llorar...llámame, no prometo hacerte reír, mas puedo llorar contigo."
  "Una buena fuente se conocerá en la sequía; un buen amigo, en la adversidad."
  "La mayoría de las personas entran y salen de tu vida, pero sólo los buenos amigos dejan huellas en tu corazón."
  "Si los besos fueran agua, te daría un mar. Si los abrazos fueran hojas, te daría un árbol. Si la vida fuera un planeta, te daría la galaxia. Si la amistad fuera la vida, te daría la mía."
 "Hacer un amigo es un don..., tener un amigo es una gracia..., conservar un amigo es una virtud..., pero tenerte a ti como amigo, en serio... es un honor."
  "Los presos pierden la libertad; el Firmamento, a su estrella fugaz; los enamorados pierden la cabeza; y, cuando pierdes a un amigo, pierdes la vida."
  "Al final, no nos acordaremos tanto de las palabras de nuestros enemigos, sino de los silencios de nuestros amigos."
  "Cuando te duele mirar hacia atrás y te da miedo mirar adelante, mira hacia la izquierda o la derecha y allí estará, a tu lado."
  "Un verdadero amigo es alguien capaz de tocar tu corazón desde el otro lado del mundo." (Dedicado a Héctor y a Claudia).
  "Un verdadero amigo es quien te toma de la mano y te toca el corazón."
  "Un amigo es fácil tenerlo, un amigo verdadero cuesta encontrarlo y, un amigo verdadero y para toda la vida es difícil mantenerlo."
  "El que te habla de los defectos de los demás, a los demás habla de los tuyos." (Esta frase no es mía, es de una amiga verdadera. Guau,guau.)

Poesía de Navidad.

  Ya se acerca Nochebuena,
Jesucristo va a nacer
¡qué contentos los pastores
en el pequeño Belén!

  Noche blanca, noche fría,
en todo el pueblo nevó y,
dentro el buey y la mula
abrigan al Niño Dios.

  ¡Qué contenta está María,
qué radiante su expresión
contemplando la belleza
del divino Salvador!

  Los Reyes también ya llegan
desde el confín del Oriente
para adorarle, honrarle
y entregarle unos presentes.

  Se hace la Paz en el Mundo,
ha nacido el Salvador,
y en todos los corazones
rebrota de nuevo el amor.

Reflexión sobre la amistad.

  Había una niña que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dió una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, debería clavar un clavo en la valla de atrás de la casa. El primer día la niña clavó 37 clavos en la valla... Pero poco a poco fue calmándose, porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la valla. Finalmente, llegó el día en que la niña no perdió la calma para nada...y se lo dijo a su padre y, entonces el papá le sugirió que por cada día que controlara su carácter, debería sacar un clavo de los que ella había clavado con anterioridad.

  Los días pasaron y la joven pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la valla..., entonces el padre llevó de la mano a su hija a la valla de atrás de la casa, y le dijo: "Mira hija, has hecho bien, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron. La valla nunca podrá ser la misma de antes..."
Cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como este agujero. Es como meterle un cuchillo a alguien,aunque lo vuelvas a sacar, la herida ya quedó hecha. No importa cuántas veces pidas disculpas, la herida está ahí...Una herida física es igual de grave que una herida verbal.

  Los amigos son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte... Cada pequeño saludo, cada pequeña sonrisa, cada mano que damos para ayudar, salva a un corazón herido.
  Con esta reflexión, te quiero decir que TU eres especial. Hay un milagro llamado AMISTAD que se abriga en el corazón. No sabes cómo ocurre o cómo es que comienza, pero sabes que es algo especial que te levanta y, es cuando te das cuenta que la AMISTAD es el regalo más precioso de Dios.

Carta de un preso (segunda parte):

  Carta desde la cárcel:

  "Tan sólo un  minuto bastaría para entender la diferencia entre amar y querer."
  Otra vez escribo a la persona amada, a la única persona a la que he amado con locura, con esa locura quinceañera en la que consigues la Luna sin esfuerzo, con esa locura que guardas dentro de tu corazón para darle a tu amada lo más tierno y bonito que le puedes ofrecer: una mirada.
  Esos ojos que sólo el mirarte te dejan sin palabras; esos labios que sólo el besarte consiguen que se te pare el corazón; esas manos que sólo el cogerte te deja sin aliento; esas palabras que sólo el oírlas se te paralizan las piernas; ese corazón que sólo el latir ya te produce escalofríos; esto y más siento por usted, señora Juez.

  "Tan sólo una mirada bastaría para entender lo que me quiere decir."
  Ya llega la hora de reencontrarnos, de que los corazones se junten otra vez, que el amor fluya entre nosotros, en definitiva, ya llega el momento de quedar en libertad "provisional". No dude en que hoy voy a luchar para que esta libertad sea definitiva, no dude en qu voy a luchar para conseguir la sentencia absolutoria a todos mis cargos de amor.
  Si me permite que le haga unas preguntas, le diré: ¿Por qué se me castiga de esta manera tan cruel? ¿Por qué me confinan a esta oscuridad permanente, en la que no consigo ver sufin? Basta ya de tantas injusticias, me considero redimido de todos mis males, es mucho tiempo luchando ante tal situación, pero no se preocupe, mis fuerzas están intactas y, me consuelo al pensar que cada día que pasa estoy más cerca de ver la luz de las estrellas brillando en su cara, y disfrutando de un paseo por la orilla del mar sin tener que mirar el maldito momento en que nuestras almas se vuelvan a separar y, yo tener que volver a mi celda.

  "Tan sólo un beso puede animar a este pobre encarcelado."
  Falta menos para encontrarnos, las piernas me tiemblan, noto que mi corazón se altera y temo que se me vaya de mi ser; el latir no cesa, la hora se aproxima.
  Me levanto y contemplo a mi alrededor, los cisnes vienen y van por el lago dibujando un bonito corazón en el agua, ¿será el destino? ¿será el amor que hace soñar? Miro a mi alrededor y, ni rastro de usted. Vuelvo a mirar: detrás de los árboles, entre los rosales, al Cielo, entre las nubes, detrás de las flores y,...nada. Mi pulso se acelera, mis nervios me corroen, las dudas se me adueñan, ¿vendrá mi amor a verme hoy y liberarme para siempre?
  Vuelvo a mirar por todos los rincones del parque, el tiempo se agota, la oscuridad me acecha, mis ojos me lloran y mi pena me cubre con un manto negro de desesperación.

  "Tan sólo deseo una cosa: poder recorrer su cuerpo con mis manos..."
  Ya no puedo más, me preocupa el pensar que ya no la vuelva a ver en mi vida: quizás todo haya sido un sueño, un bonito pero corto sueño; pero me resulta imposible imaginarme a una persona tan hermosa como usted, por lo que deduzco que es real y, por tanto, no ha sido un soñar.
  Oigo unos pasos acercándose hacia mí, me doy la vuelta...pero tan sólo son las "llaves" que están a punto de encerrar a mi corazón a la prisión a la que usted me tiene sometido.
  La hora de vernos ha llegado a su fin, los nervios y la inquietud se apoderan de mí; no sé qué hacer, mi mirada se pierde en el infinito buscando a la persona a la que amo, daría mi vida por verla de nuevo, por estar un sólo instante con usted y poderle decir cuánto la amo.

  "Sobran las palabras, cuando quieres decir te amo, tan sólo mira en tu interior y déjate llevar..."
  ¡Maldita sea, señora Juez! ¡Maldita sea una y mil veces! Mi corazón ensangrentado late por usted y, no ha llegado a nuestra cita de cada día. ¿Cómo puede ser? ¿A qué es debida esta oscuridad, esta ausencia de la persona a la que amo? ¿Será que no le gusto y no me quiere liberar de esta carga a la que estoy padeciendo durante años?
  ¿Por qué me he tenido que enamorar locamente de la persona a la que me encarcela cada vez que no estamos juntos? Pobre de mí, pobre de mi corazón que se llena del vacío del desamor...
  Mi sentimiento en estos mometos es de rabia contra usted, yo he cumplido con mi parte, ¿por qué no cumple usted con la suya? ¿Por qué me deja aquí abandonado a la suerte del jurado? ¿Por qué no me rescata de las garras inflexibles de la justicia?
  ¡Maldita sea una y mil veces!

  "Tan sólo escuche a su corazón y sea justa con los demás."
  No tiene explicación, estoy buscándola sin cesar entre los rincones del amor y no la encuentro para que me libere de mi pena. Me juro no volverme a enamorar jamás en la vida,..., pero no puedo, no soy capaz de olvidarla, no es tan fácil olvidar lo vivido con usted, no puedo y no quiero dejarla escapar de mi lado. Lucho sin cesar por estar algún día a su lado y no separarnos jamás.
  Las puertas del amor se empiezan a cerrar, las estrellas ya no brillan como ayer, la Luna se entristece y es testigo de mi penar, pero aún así, no faltaré a la audiencia con usted. Mañana volveré aquí con el único pensar de reencontrarme con la mujer tan maravillosa que en su día se dejó enamorar por mí. Espero y deseo que mañana sea el día en que nuestros corazones disfruten de la ansiada libertad.
 
  Sin más, se despide un corazón herido.

  P.D.: Adiós carta con fortuna, con fortuna más que la mía porque vas a ver a mi amada, ya que no la puedo ver yo.