domingo, 31 de octubre de 2010

El homenaje.


  El homenaje, vocablo que tiene una connotación positiva pero raras veces se le hace a una persona viva o a un individuo en la cima del éxito, muy al contrario, siempre el homenajeado o ha fallecido o se ha retirado de la profesión que hasta entonces ha puesto todo su empeño y toda su alma…, esta es una de tantas ironías que tiene la vida.
  Pues bien, en cierta ocasión me dijeron que siempre teníamos que pensar que hay personas que están peor que nosotros, yo por aquel entonces era muy pequeñito, tenía apenas cuatro o cinco añitos (y aún me acuerdo), y no entendí el significado de esas mágicas palabras.
  De pequeño, en mi infancia siempre había querido tener una bicicleta, hubiera dado hasta, que sé yo,… hasta un Madelman, (juguete de mi época), por tener una bicicleta; bueno, ahora tengo una bicicleta, sí señores tengo una bici, pero a decir verdad la tengo llena de polvo con las dos ruedas deshinchadas y un poco oxidada dentro del garaje,… otra de esas ironías de la vida.
  Provengo de una familia humilde pero trabajadora, pobre pero rica en espíritu, nunca hemos nadado en la abundancia pero siempre hemos tenido algo que llevarnos a la boca (nunca nos ha faltado un trozo de pan encima de la mesa, como decía mi madre, que en paz descanse). Si he de serles sincero, los Reyes Magos siempre se han acordado de mí, aunque, ahora que caigo, a veces no de mi madre, por aquel entonces no entendía el motivo, pero ahora que ya soy un poco más grandecito, creo que lo comprendo. ¿Porqué los hijos no nos damos cuenta de todo el sacrificio que hacen nuestros padres?¿Porqué de mayores, no somos capaces de abrazarlos y darles las gracias de todo lo que han hecho por nosotros? Y, cuando queremos hacerlo, ya no están aquí; otra ironía de la vida.
  Pues bien, y para no alargarme mucho más, os contaré un pasaje de mi infancia: “ Recuerdo que era un día de invierno porque fuimos a comprar los típicos turrones navideños (no porque mi memoria sea tan buena), pero sí me acuerdo que yo tenía cinco años y hacía mucho frío. Fuimos a una tienda situada en el centro de la ciudad de Barcelona, más concretamente en el casco antiguo, donde las callejuelas son tan estrechas que a penas se ve la luz del Sol. Creo recordar que en la tienda habían muchas personas ya que yo esperé fuera a pesar de que el ambiente cortaba la piel de la cara, cuando ví aparecer delante de mí, en el portal que estaba a unos dos metros de donde yo estaba, a un niño que tenía mi edad. Iba vestido con la ropa no muy limpia, con unos pantalones cortos, sí han leído bien, con el frío tan intenso que hacía, este pobre niño iba con pantalones cortos, pero lo más sorprendente de todo estaba por llegar. Se sacó tres chapas de botella de los bolsillos, se sentó fuera del portal de la escalera de su casa y se puso a jugar, lo que para mí era el juego de las canicas, para él era el juego de las chapas,…
  Mientras estoy escribiendo esta historia real, cierro los ojos y, aún puedo verlo ahí sentado jugando con sus tres chapas.
  Es ahora y, recuerdo esas mágicas palabras en mi cabeza: hay que pensar que siempre hay personas que están peor que nosotros.”

  La vida es así, llena de ironías, llena de incongruencias, llena de motivos irracionales,…
  La vida está repleta de tristezas, de desgracias, de cosas desagradables, pero también está llena de alegrías, de felicidad, de momentos agradables, de buenos momentos, está llena de pocos pero buenos amigos, la vida es así y no podemos cambiarla pero sí la podemos mejorar, la podemos amoldar a nosotros. Para ello, sólo tienes que pensar que cada día cuenta, que cada día lo tienes que vivir al máximo, lo tienes que disfrutar, en definitiva, que cada día es importante.
  Como he insinuado al principio, vaya mi homenaje póstumo a una gran y maravillosa persona, la persona más grande que ha pisado la Tierra, la persona que ha sido todo corazón y, como alguien me dijo en su día, los ángeles existen y mi madre es uno de ellos. Sé que a veces nos ves, incluso estás entre nosotros y nos proteges, pero si algún día puedes leer esta carta espero que te guste porque está escrita no con el ordenador sino con el corazón; que descanses en paz, mamá.


P.D.: Las palabras mágicas eran de mi madre.



viernes, 29 de octubre de 2010

El enemigo de la juventud. (las drogas)


Anoche me sentí triste y empecé a recordar tiempos pasados en los que lo único que nos importaba a mis amigos y a mí era divertirnos sin temor a una represalia por parte de nuestros padres. Eran otros tiempos, eran tiempos en los que el jugar y el deporte era nuestra pasión.

  No hay que decir que los tiempos han cambiado mucho. Ahora, para la juventud, sólo vale salir de copas y coger una borrachera hasta caerte por los suelos. La mezcla del alcohol con productos estupefacientes está a la orden del día. Son muchos jóvenes que disfrutan metiéndose “mierda” en el cuerpo. De esta manera, dicen, logran llegar a un “clímax” de autovaloración que de una forma sana no pueden alcanzar…

  Considero bastante estúpida esta forma de ver la vida. Es decir, que para divertirte necesitas evadirte de todo y de todos. Estos son los efectos de tales drogas de diseño y píldoras con las que la sociedad tiene que “jugar”. Menudo futuro nos depara la sociedad que necesita de una ayuda artificial e incluso, mortal para poder tener una noche “diez”.

  No hay una noche en que los efectos nocivos de tales drogas, no se lleve por delante la vida de alguno de nuestros jóvenes. Es lamentable no concienciarse de este mal que rodea a la juventud. Tendríamos que intentar abrir los ojos de los cegatos para que puedan salir libremente a tomar unas copas o a bailar en una discoteca, sin necesidad de “meterse” nada en su interior. Hay muchos que piensan que el hecho de fumar unos porros no ocasionan ningún mal a su cuerpo. Quizás no perjudiquen tu cuerpo, pero desde el momento en que dejas de ser tú al notar los efectos de tal porro, porque te crees que eres “mejor” y te sientes que puedes comerte el mundo y a todo lo que se interponga en tu camino, ya te está afectando y manipulando como si fueras un vulgar títere, cuyos hilos de tu vida los está moviendo el humo de la inconsciencia y de la estupidez del porro que te acabas de tragar.

  Ya no hablemos si te metes algo en tu vena. ¡Pero que ingenuo eres al creerte que ante los problemas, con un simple “viaje” los vas a solucionar! Te puedes meter lo que quieras en tu precioso cuerpo, pero nada podrá hacer que tu complicada vida se solucione. Podrás evadirte por un instante, pero ahí estarán. Ten coraje, valor, decisión y coge a tus problemas y remiéndalos para que de una vez por todas desaparezcan de tu vida. La única manera de poner fin a tus problemas es afrontarlos con entereza y, no metiéndote “mierda” en el cuerpo.

  ¿Hasta cuándo la juventud de hoy no será consciente de tal lacra de la sociedad? Respeto a todo el Mundo, respeto a los que se ahogan en un vaso de agua e intentan evadirse, respeto a los que se “ponen” con un par de caladas, pero es indudable que no lo comparto. Prefiero mil veces aburrirme en una fiesta que meterme porquería en el cuerpo. Al final del camino espero que, por desgracia, alguien me de la razón.

  Por último os voy a contar un relato que me contó, en cierta ocasión, un amigo de la infancia: “Dicho amigo es profesor de un instituto en la ciudad de Barcelona, y con el transcurso de los años, ha ido “ganando” amistades y “perdiéndolas”. ¿Quién no recuerda al “profe” que te amargó la existencia durante el paso de nuestra vida como estudiantes…? Vayamos al grano. Mi amigo me explicaba que cierto día, paseando por las calles más céntricas de la ciudad condal, y observando los majestuosos edificios que se alzaban sobre su cabeza, se encontró con un vagabundo que lo “asedió”. Este mendigo, con pantalones rotos y descosidos, con un olor a alcohol que era inaguantable, con unos pelos sucios y piojosos, con un jersey que se podía aguantar de pie por la suciedad que llevaba, le preguntó al profesor (mi amigo) si lo reconocía… Mi amigo, perplejo y con un sentimiento de vergüenza ajena, le contestó que no lo conocía. El individuo le dijo que era normal que no se acordara de él, pero él si sabía quién era. Le comentó que el era un exalumno del instituto y, que había asistido a sus clases de joven. Mi “colega” le volvió a repetir con voz interrumpida por la emoción, que lo sentía mucho pero que no se acordaba. Aún así, le picó la curiosidad y, le preguntó cuál era el motivo por el que había llegado hasta tal situación de pobreza y dejadez del ser humano. El mendigo le explicó que la culpa la había tenido que en cierta ocasión le tocó la lotería. Le tocó mucho dinero, y ante tal cantidad de dinero, tuvo nuevas amistades y fue llevando un ritmo de vida por el que no se pudo escapar. Le comentó que sus “nuevos amigos” le introdujeron en el macabro mundo de las drogas. Al principio todo era muy bonito, pero luego, cuando se dio cuenta que eso no le llevaba a ningún término, ya fue demasiado tarde y, no pudo desengancharse. Lo perdió absolutamente todo: el dinero, las “nuevas amistades”, …, pero lo que le dolía más, era que había perdido su dignidad como persona.

  Espero que este relato te haga pensar y, si aún estás a tiempo, no cruces el umbral de la perdición.
  Recuerda siempre que cuando tengas problemas, siempre podrás encontrar a un amigo que te ayude a solucionarlos.

domingo, 17 de octubre de 2010

Real como la vida misma (segunda parte)

“Si cantas cuando te duchas, no te olvides de enjabonarte bien por todo el cuerpo.”
“Si te gusta trabajar, acude rápidamente al médico: estás enfermo.”
“Si duermes mal por la noche…no cuentes ovejitas. Yo llegué un día hasta mil y aún tenía los ojos como platos.”
“Si encuentras a tu pareja ideal, no la dejes escapar…(lo digo porque está mi mujer delante).”
“La vida es como un teatro y, nosotros somos los títeres de los políticos.”
“Si quieres que te diga la verdad…no sé si mi mujer me dejó porque bebía, o bebo porque mi mujer me dejó.”
“¿Sabes cual es el truco de los valientes? No decir nunca que tienen miedo.”
“No permitas que nadie diga que eres incapaz de hacer algo, ni siquiera yo. Si tienes un sueño debes conservarlo. Si quieres algo sal a buscarlo, porque la gente que no logra conseguir sus sueños suele decir a los demás que tampoco cumplirán los suyos.”
“Sueña como si fueras eterno, y vive como si fuera tu último día.”
“La verdad no siempre es fácil.”
“Una ironía de la vida: Ese tío es un mariconazo…ayer estaba con una tía buenísima.”
“Si ves la vida pasar, ten cuidado no te quedes fuera de ella.”
“He encontrado mi media naranja, lo malo es que mi mujer encontró su medio limón.”
“Un día me dijeron: Vive la vida como si fuera tu último día. Le hice caso y, al día siguiente me morí.”
“Las mujeres son como las gaseosas: unas caseras y otras revoltosas.”
“El perro persigue al gato, el gato al ratón y, el ratón da miedo al elefante. Moraleja: no hay enemigo pequeño. Hasta el más pequeñito te puede amargar la vida.”
“Soy un perro lobo porque mi padre era un perro y mi madre una loba y, ¿tu qué animal eres? Yo soy un oso hormiguero…¡Sí claro! No me lo creo. Moraleja: las cosas no son lo que parecen.”
“Un trabajador es como un limón: el empresario te exprime y mientras te pueda ir sacando zumo, todo irá bien; pero el día en que no saques más zumo, te tirará a la basura y te irás a la calle.”

miércoles, 13 de octubre de 2010

Frases de amor (recopilación de frases de internet).


  “Deposito mi sueño en tus labios, mi esperanza en cada caricia, mi ilusión en cada mirada, mi amor en cada segundo de mi vida.”
  “Cuando mires las estrellas, acuérdate de mi…en cada una de ellas hay un beso para ti…”
  “¡Qué maravillosa es la vida ahora que estás en el mundo!”
  “Si mis ojos dicen te quiero…no pidas a mis labios una explicación…, las palabras se las lleva el viento y, las miradas se las guarda el corazón…”
  Por amor: “A veces, te odio por amarme tanto, otras, me aterra la idea de perderte y he de maniatar los sentimientos para no caer en la locura, porque mi amor por ti es irracional, es obsesión que llena mi tiempo, es angustia cuando no estás, es delirio del sentir, es… pasión incontrolada, es vida consumida en ofrenda. A veces, me odio por amarte tanto, otras, me llena la idea de tenerte.”
  “Habiendo tantos planetas, justo te tocó nacer en este…y a mí también. Habiendo tantos siglos en la historia, justo te tocó nacer en este…y a mí también. Habiendo tantas personas en este mundo, te tuviste que cruzar en mi camino y yo me enamoré. No sé si es el destino, pero habiendo tantos lugares en este mundo, yo sólo quiero estar a tu lado…”
  “Puede que el tiempo pase…sin ti y que no vuelva a verte jamás, que el transcurso irremediable de las horas, borre de mi memoria tu faz…, que no vuelva a escuchar tus palabras, ni a rozar mis manos tu cara, pero ¿sabes mi amor querido?...esto que hoy por ti yo siento, se morirá conmigo.”
  “En la esquina de tu casa, tres árboles planté: un te quiero, un te adoro y, un nunca te olvidaré.”
  “¿Qué es lo más triste? Llorar. ¿Qué es lo más duro? Olvidar. ¿Qué es lo más suave? Un beso sincero lleno de amor.”
  “El amor dice a la amistad: ¿Por qué existes tú, si estoy yo? La amistad le responde: Porque yo doy una sonrisa cuando tú dejas una lágrima…”
  “Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas…”
  “Nunca entregues un libro a quien no sabe leer. Nunca entregues tu corazón a quien no sabe querer.”
  “Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa.”
  “El amor llega y da felicidad, luego se va y te deja la soledad, pero no llores ni guardes rencor, siempre habrá un nuevo poeta, siempre habrá una nueva musa, siempre llega un nuevo amor.”
  “Amar profundamente a alguien nos da fuerza. Sentirse amado profundamente por alguien nos da valor.”
  “Si no me ama Vos, nunca seré amado. Si no le amo a Vos, nunca amaré.”
  “El tiempo es demasiado lento para los que esperan; demasiado rápido para los que temen; demasiado largo para los que lamentan; demasiado corto para los que celebran. Pero para los que aman, el tiempo es la eternidad.”
  “Tardé una hora en conocerte y, sólo un día en enamorarme. Pero me llevará toda una vida lograr olvidarte.”
  “Ama al corazón que te hiere, pero nunca hieras al corazón que te ama.”
  “Anoche pedí a un ángel que fuese a protegerte mientras dormías. Al rato volvió y le pregunté porqué había vuelto… ¿Sabes qué me contestó? Que tú lo habías enviado para que me protegiera a mí… Gracias amor.”
  “Hay miradas que perdidas entre miles de miradas, andan solas por la vida en busca de otra mirada. Y hay miradas que cautivan por lo bellas y profundas, como tu mirada azul que me atrapa día a día.”
  “Cada vez que me despido de ti, me muero por dentro. Y cada vez que me reencuentro contigo, siento que estoy en el Cielo.”
  “Un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas, lo sé porque lo he intentado. Tampoco un millón de lágrimas, lo sé porque he llorado hasta no poder más.”
  “Todo sueño tiene un fin al despertar, pero el tuyo y el mío nunca acabará.”
  “El amor te da aquello que la vida te quita. La vida te da todo el tiempo del mundo. El tiempo te da la razón. La razón te da la capacidad del amor. El amor te da aquello…(y vuelta a empezar). La vida es así: todo gira alrededor del amor.”
  “No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos.”
  “El día que tú no ardas de amor, muchos morirán de frío.”
  “No importa cuánto tango hay en tu vida, sino cuánta vida hay en tu tango.”
  “Puedes ser sólo una persona en el mundo, pero para una persona tú eres el mundo.”
  “Para mí tu…eres la persona que le da luz a mi día, la mantequilla en mi pan, el sol de mis mañanas, la letra de mi canción…, sin ti yo no estaría aquí, gracias por existir.”
  “Dile que la admiras; cuando se sienta mal, abrázala fuerte. Escógela a ella sobre todas las chicas. Juega con su cabello, levántala, hazle cosquillas y juega a lucha libre con ella. Sólo háblale, cuéntale chistes. Llévale flores sólo porque sí. Tómala de la mano y corre con ella. Déjala que se quede dormida en tus brazos. Dile que es bonita. Mírala a los ojos y sonríe. Bésala en la frente y en los labios. Bésala bajo la lluvia. Y si quieres estar con ella…díselo.”

Carta de un preso (cuarta parte):


  Carta desde la melancolía:

  Esta carta va dirigida a todas aquellas personas que alguna vez se han enamorado locamente de la persona…equivocada. Sí, cuesta admitirlo pero dentro de la aventura del amor cometemos errores que por desgracia, los tenemos que sufrir durante un período de tiempo bastante grande, e incluso, algunos errores son de por vida.
  Muchas veces, nos sentimos presos de nuestros fallos, de nuestras decisiones erróneas y nos cuesta dar el paso para podernos liberar de tales decisiones, pero no hay que pensárselo, la mejor manera de llegar a ser felices y contentos con nosotros mismos, es admitir nuestras equivocaciones y subsanarlas aunque tengamos que dejar atrás lo más querido por nosotros, pero la dignidad de una persona está por encima de cualquier otra cosa en esta vida.

  “Otro día, otra ilusión.”
  La noche ha caído ya, y yo me siento sólo en mi alcoba. La tristeza se apodera de mí sin saber el por qué de su ausencia otro día más (y ya van dos días), en mi cárcel estoy con un solo pensar: ¿le habrá ocurrido algo malo a Vos? La vida es así de cruel conmigo, usted es la persona a la que más adoro en este mundo y, no consigo que me libere de esta prisión en la que estoy.
  Lo cierto es que la quiero con toda mi alma, con todo mi ser y, si nos volvemos a ver y, espero que sea mañana en el mismo sitio, se lo voy a proponer… no puedo y no quiero vivir sin usted.
  Los primeros rayos del amanecer entran por las rendijas de la persiana iluminando la foto en que aparecemos los dos enamorados abrazándonos cerca del lago; esa fotografía de antaño, en la que Vos me abrazaba con fuerza y yo le correspondía con un tierno beso en sus rojizos labios.
  Hoy y, ya lo tengo pensado, va ser el día definitivo. El ultimátum del amor planeará sobre nosotros este atardecer: o me libera o me resignaré a esta pesada carga desde mi celda de manera eterna. La suerte está echada, mis días están contados y, mi destino está en sus manos, Vos tenéis la última palabra, pero antes que decidáis pensad que os amo locamente.

  “Los minutos parecen horas, las horas parecen días.”
  La hora del encuentro con Vos está lejana, falta poco tiempo para que el encarcelado vea la luz del mañana desde otro sitio, desde el corazón de otra persona, desde la ventana del porvenir, desde el umbral que separa la desesperación del amor eterno y pasional, en definitiva, falta poco para que yo me declare a Vos y, para que usted me declare su amor…, eso espero, de lo contrario, las tinieblas de la injusticia, del engaño, del despropósito caerán de forma terrible sobre mí. La fuerza del amor habrá fracasado y yo, me pudriré en la sombra para siempre.
  Falta poco para vernos y a la vez falta un mundo para besarnos…, la vida te da lo que necesitas y yo, más que nadie, no puedo vivir sin Vos; de usted depende…

  “Déjeme que me explique una vez más.”
  Habiendo tantos planetas, justo le tocó nacer en este…y a mí también. Habiendo tantos siglos en la historia, justo le tocó nacer en este…y a mí también. Habiendo tantas personas en este mundo, se tuvo que cruzar en mi camino y yo me enamoré. No sé si es el destino, pero habiendo tantos lugares en este mundo, yo sólo quiero estar a su lado…
  Mi destino en esta vida sólo pasa por estar con usted. No veo otra posibilidad que vivir juntos el resto de nuestras vidas. ¡Qué maravillosa es la vida ahora que Vos está en el mundo!
 
  “La hora, la maldita hora de la verdad, llegó…”
  Aquí estoy otra vez, sentado frente al lago y mirando por enésima vez a los cisnes blancos. El reloj de mi corazón marca la hora en que usted tiene que aparecer detrás de ese robusto matorral, verde como la esperanza de este preso que espera la libertad.
  Ahí está Vos, como no, con su “aura” especial. Vestida de forma informal pero elegante, con sus ojos pintados de azul como el cielo que se levanta encima de nosotros, con los labios rojizos deseando ser besados…
  ¡Qué alegría, volverla a ver después de dos largos días de lloros, tristeza y oscuridad dentro de la cárcel!... Pero, no puede ser lo que están viendo mis ojos… me niego a consentirlo, me niego en rotundo mirar como besa a otro hombre, a un desconocido…
  Cogida de la mano de otro hombre, mira hacia nuestro banco, donde aún permanezco inmóvil ante tal escena. Levanta la mirada, esa mirada cautivadora, y nuestros ojos se clavan en un mirar silencioso que lo dice todo. Recuerdo aquello que le dije en su día: “No olvide nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos.” Triste ironía, amarga realidad, todo sueño tiene un fin al despertar, y el suyo y el mío acabó.
  Un millón de palabras no pueden hacer que vuelva, lo sé porque lo he intentado. Tampoco un millón de lágrimas, lo sé porque la he llorado.

  “Tardé una hora en conocerla y, sólo un día en enamorarme. Pero me llevará toda una vida lograr olvidarla.”
  Mi futuro aquí no tiene sentido. Mi vida aquí no tiene porvenir. El amor tal como llega, se va. Nuestro amor llegó, se instaló dentro de mi corazón, pero no conseguí enamorarla como usted quería. Los tiempos pasan pero las personas quedan, y Vos siempre estará en mi corazón.
  No siento rencor contra usted, lo único que quiero es su felicidad y, si yo no pude darle ese bienestar, doy por buena su “despedida”.
 
  Aquí estaré, esperando la llegada de otro amor, indudablemente, al nuevo que venga, no podré darle lo mismo que a Vos, porque todo mi amor, consigo se fue.
 
  Un consejo les daré: “El amor llega y da felicidad, luego se va y te deja la soledad, pero no llores ni guardes rencor, siempre habrá un nuevo poeta, siempre habrá una nueva musa, siempre llega un nuevo amor.”

  Un consejo le daré a Vos: “Cuando mire las estrellas, acuérdese de mí…en cada una de ellas hay un beso para usted…”



  P.D.: Desde la cárcel escribo mi última carta para Vos, pero no dude que este amor de juventud, si bien perdura por los años, también es fácil reemplazarlo. Permítame que me despida de usted como haría un auténtico enamorado: “Gracias por este maravilloso tiempo que hemos vivido “juntos” pero alejados, enamorados pero a medias, locos pero cautos, apasionados pero olvidados. Gracias por hacer que mi vida, aunque no mi eternidad, haya tenido sentido. Gracias por existir. Siempre la querré.”