lunes, 30 de agosto de 2010

El amor es ciego.

  Cuentan que una vez, se reunieron en un lugar de la Tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el Aburrimiento había bostezado por tercera vez, la Locura, como siempre tan loca, les propuso: "¿Jugamos al escondite?"
  La Intriga levantó la ceja intrigada y la Curiosidad, sin poderse contener, preguntó: "¿Al escondite?¿cómo se juega?"
  Es un juego, explicó la Locura, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta mil. Mientras tanto, ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre, ocupará entonces mi lugar, para continuar así el juego.
  El Entusiasmo bailó, secundando a la Euforia; la Alegría dio tantos saltos, que terminó por convencer a la Duda e incluso a la Apatía, a la que nunca le interesaba nada.
  Pero no todos quisieron participar. La Verdad prefirió no esconderse, ¿para qué?, si al final siempre la hallaban. Y la Soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo, lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y, la Cobardía prefirió no  arriesgarse.
  Uno, dos, tres,..., comenzó a contar la Locura.
  La primera en esconderse fue la Pereza, que como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La Fe subió al Cielo y la Envidia se escondió tras la sombra del Triunfo, que son su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
  La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: que si un lago cristalino, ideal para la Belleza; que si una rendija de un árbol, ideal para la Timidez; que si el vuelo de la mariposa, lo mejor para la Voluptuosidad; que si una ráfaga de viento, magnífico para la Libertad. Así que terminó por ocultarse en un rayito de Sol.
  El Egoísmo encontró un sitio muy bueno desde el principio: ventilado, cómodo,..., pero sólo para él.
  La Mentira se escondió en el fondo de los océanos, mientras la Realidad se escondió detrás del Arco Iris y, la Pasión y el Deseo, dentro de los volcanes. El Olvido...se me olvidó dónde se escondió, pero eso no es lo importante. Cuando la Locura contaba 998, el Amor no había encontrado sitio para esconderse, pues todo estaba ocupado...Hasta que divisó un rosal y enternecido, decidió esconderse entre sus flores.
  ¡¡Mil!!, contó la Locura y, comenzó a buscar.
  La primera en aparecer fue la Pereza, a tres pasos de una piedra. Después se escuchó a la Fe, discutiendo con Dios en el Cielo sobre la Teología; y, la Pasión y el Deseo los sintió en el vibrar de los volcanes.
  En un descuido, encontró a la Envidia y claro así, pudo deducir dónde estaba el Triunfo.
  El Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, solito salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas.
  De tanto caminar, sintió sed y al acercarse al lago, descubrió a la Belleza y, con la Duda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada en una cerca, sin decidir de qué lado esconderse.
  Así fue encontrando a todos. Al Talento, entre la yerba fresca; a la Angustia, en una oscura cueva; a la Mentira, detrás del Arco Iris...¡mentira! estaba en el fondo de los océanos; y, hasta al Olvido, que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite.
  Pero el Amor no aparecía por ningún sitio. La Locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal y las rosas y, tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto, un doloroso grito se escuchó.
  Las espinas habían herido los ojos del Amor. La Locura no sabía qué hacer para disculparse. Lloró, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.
  Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la Tierra, el Amor es ciego y la Locura siempre lo acompaña.

El nacimiento de un niño.

  Cuenta una antigua leyenda que un niño estaba por nacer...y le dijo un día a Dios: "Me dicen que me vas a enviar mañana a la Tierra, pero, ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy yo?"
  Dios le contesta: "Entre muchos ángeles escogí uno para ti que te está esperando...él te cuidará."
  "Pero díme, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír y eso basta para ser feliz."
  Dios: "Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tu sentirás su amor y serás feliz."
  Niño: ...¿Y cómo entenderé cuando la gente me hable si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?"
  Dios: "Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucho cariño y paciencia te enseñará a hablar."
  Niño: "¿Y qué haré cuando quiera hablar contigo?"
  Dios: "Tu ángel te juntará las manos y te enseñará a orar."
  Niño: "He oído que en la Tierra hay hombres malos, ¿quién me defenderá?"
  Dios: "Tu ángel te defenderá a costa de su propia vida."
  Niño: "Pero estaré triste porque no te veré más."
  Dios: "Tu ángel te hablará siempre de mí y, te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo estaré siempre a tu lado."
  En ese instante una gran paz reinaba en el Cielo, pero ya se oían voces terrestres..., y el niño presuroso repetía suavemente..."Dios mío ya me voy, díme su nombre, ¿cómo se llama mi ángel?"
  A lo que Dios contestó: "Su nombre no importa, tú sólo le dirás mamá."

Oración a una madre.

  Escuché un murmullo en el silencio
te presentí como si estuvieras a mi lado
cubriendo mi soledad con tu manto
sentí que mi corazón latía cansado.

  La herida dentro de mí anida
y sangra cuando el dolor
borra de tu cara la alegría
rasgando de pena el corazón y alma mía...

  Abrazada a tus caricias
asidas mis manos tenías
llenándolas de tu calor sin medida...

Las mías sentías...como sin prisa
me enseñaban a respirar tu compañía
llenando mi silencio de tu amor cada día.

  El amor es la llave maestra que puede lograrlo todo.

domingo, 29 de agosto de 2010

Carta de un preso.

  Esta carta, bendita carta que goza de la libertad para poder llegar y reencontrarse con la persona a la que más amo, está escrita por un hombre que jamás en la vida ha hecho daño a nadie. Según la Ley, soy un individuo que ha cometido un delito, indudablemente, la justicia tiene que dar aún su veredicto final, pero este preso se declara "inocente" de todos los cargos que se la atribuyen.
  Esta carta está dedicada a todas aquellas personas que han dado, que siguen dando y, que darán su vida entera, su alma sin remisión y su corazón más ardiente a la persona amada. Son muchas las personas que entregan todo su ser y toda su alma a la persona que más quiere sobre la faz de la Tierra. A todos estos mártires, mi más sencillo homenaje desde la cárcel.

  "No pido libertad ni salir de estas rejas, me conformo con un minuto para decirte lo que quiero."
  Tres cosas hay en la vida que te dan fuerza: los amigos verdaderos, un abrazo sincero y los hijos. Tres cosas hay en la vida con las que no hay que jugar: una noche loca, la muerte y el amor. Tres cosas hay en la vida que no podemos escoger: nuestra personalidad, el tiempo y nuestro destino.
  Sí señora Juez, me confieso con esta humilde carta y, le diré que me fié de los amigos verdaderos y...me dí cuenta que no tenía tantos como yo creía; me dieron un abrazo sincero y...cogí miedo; jugué con una noche y...después de un tiempo, la gané; jugué con la muerte y...vencí; he de confesarle que salí victorioso de todas las batallas menos de una, jugué con el amor y...perdí. A consecuencia de eso, cambié la personalidad y, el tiempo determinará mi destino.

  "No pido libertad, no suplico clemencia, solo necesito un minuto para decirte cuánto te amo."
  Ante esta falta de libertad, ante esta oscuridad, ente esta pérdida de tu presencia, sólo puedo cerrar los ojos y verte en mi mente: ver tus rojos labios besarme sin cesar; ver tu mirada clavarse en mi vida; ver esta espina clavada en mi corazón al intentar cogerte la mano y tú despreciármela en la distancia. ¡¡¡Nooo!!! No quiero abrir mis ojos, quiero seguirte en mis sueños y contemplar tu belleza al lado del mar. ¡¡¡Nooo!!! No quiero despertar y quiero seguir viéndote. ¡Ay, mi amor! Cuánto deseo estar a tu lado una vez más...

  "No pido libertad, me niego a ser perdonado, sólo deseo estar un minuto contigo para decirte lo mucho que te extraño."
  Mi cabeza piensa muchas cosas, pero mi corazón sólo tiene un pensar: el momento en que nuestros corazones se vuelvan a juntar, el momento en que nuestras almas se fundan en una sola.
  Hasta que no se cumpla mi deseo, sólo al jurado puedo confesar: no he cometido ninguna falta, no he matado a nadie ni he robado nada; pero sí he hecho unas cosas que quiero que sepan: me confieso de haber besado, saludado, animado, abrazado, bromeado, amado, llamado, apoyado, cantado, aconsejado, escuchado, abrigado, pero nunca, nunca he olvidado a la persona a la que amo y, si esto es un delito, entonces me declaro culpable de todos los cargos antes citados y, no tengo ni quiero perdón alguno.

  "No pido libertad, no pido justicia, sólo quiero un minuto para poder explicarme..."
  Aunque pueda parecer lo contrario, no estoy entre rejas. Me encuentro cómodamente sentado en un banco del parque. Estoy delante de un lago, un precioso lago viendo pasar a unos cisnes blancos.
  Aquí sentado estoy esperando como siempre que llegue nuestra hora para vernos. Mientras no llega este momento, mi corazón está entre unos gruesos barrotes que pide ser rescatado por la mujer a la que ama. Sólo cuando estamos juntos, puedes liberarlo de esta cruel cárcel en la que me encuentro día tras día. Quisiera detener el tiempo y gozar de la libertad, pero mi poder es efímero y, en el instante en que desapareces, este humilde que te escribe, vuelve entre rejas. Quiero que sepas una vez más, que amor no es una palabra, amor es un sentimiento, es sentir algo por alguien que se lleva en el corazón.

  "No pido otro día, no pido una cita, suplico la libertad..."
  Tú, mujer a la que más amo en este mundo, eres mi Juez, sólo tú puedes librarme que vuelva otra vez a prisión. Pido clemencia absoluta, pido libertad para este preso, pido piedad, pido un amor eterno. Los niños piden juguetes, los presos libertad y tu amado te pide que no lo olvides jamás.
  Quiero que sepas que la solución no es alejarme de ti, porque aunque al fin del mundo me fuera, no te podré olvidar, porque el cariño que te tengo, nadie me lo podrá quitar.
  Este humilde preso no te promete las estrellas, no te promete la Luna, pero sí te promete que como tú no hay ninguna.
  Mi mente sólo piensa en ti, mi boca sólo sabe pronunciar tu nombre, en mi corazón sólo cabes tú, mi amor.

  "Quiero la libertad, quiero que nuestros corazones se junten y formen uno sólo, quiero un amor para toda la eternidad."
  Ya lo sabe, señora Juez, he expuesto todos los hechos que me han llevado hasta donde estoy hoy, entre rejas. Espero una absolución a la condena, espero que este "perdón" a mi pena llegue pronto, sino es de esta manera y, el tiempo se alarga en demasía, no se preocupe porque este corazón no intentará escaparse de esta cárcel a la que usted le tiene sometido.

  Sin más, se despide un corazón encarcelado.
 

Otra frase.

  "La vida no se mide por los momentos que respiras, sino por los instantes que te dejan sin aliento."

viernes, 20 de agosto de 2010

Poemas de amor.

1) "Para no olvidarnos nunca,
      regálame uno de tus sueños;
      de esos que ya no ocupas,
      de los que no tienen dueño.

      Regálame uno de tus sueños
      y toma uno de los míos;
      y así juntos llenaremos
      nuestros momentos vacíos."

2) "Cada vez...que murmuras adiós,
      se muere un pájaro.
      Cada vez...que susurras adiós,
      la Tierra tiembla.
      Cada vez...que musitas adiós,
      cae una estrella.
      Cada vez...que tú dices adiós,
      temo perderte."

martes, 17 de agosto de 2010

Los mandamientos del amor.

1) Amar a la novia sobre todas las cosas.
2) No jugar al amor en vano.
3) Tolerar sus caprichos.
4) Besar cuando lo desee.
5) No enfadarse con ella.
6) No admitir otra "amistad".
7) No serle falso sin admitir motivo.
8) No levantarle falsos testimonios.
9) Amarse mutuamente y, no por el dinero.
10) Si está triste, consolarla.

  Estos diez Mandamientos se resumen en dos:
  Amar a la novia sobre todas las cosas y, a su familia como a ti mismo.

lunes, 16 de agosto de 2010

El cómico.

  Hola buenos días o buenas tardes o buenas noches...,lo cierto es que no sé cuándo vas a leer esta historia, pero lo que sí sé seguro es que cuando termines de leerla, dudarás un poco de tus "amigos"...
  Soy un joven al que le gusta mucho viajar y, en el caluroso verano del 87, tuve la oportunidad de visitar París. Es allí, en la plaza de los Artistas, donde cualquier persona anónima puede exponer sus óleos, sus pinturas e incluso ponerse encima de un improvisado escenario y recitar un poema, una historia o cualquier otra expresión artística, donde escuché a un orador contando un cuento, he aquí lo que dijo:
  "Cuenta una leyenda muy antigua, que había un señor al que le gustaba hacer reír a la gente, disfrutaba viendo a las personas felices y riendo cuando él les contaba historias que inventaba, relatos improvisados que él les daba la vuelta y les daba un toque de humor para que fueran alegres y consiguieran dibujar una sonrisa en la cara del que escuchaba sus historias.
  En cierta ocasión, este caballero pensó que si, a lomos de su caballo, recorría los pueblos colindantes, podría hacer que hubiera más personas que se rieran de sus historias y, tenía la idea que de esta manera podría conseguir un mundo más feliz, en que todas las personas fueran más alegres, que fueran más simpáticas y, poder vivir en una tierra sin penas ni desgracias.
  Así lo hizo, y montado sobre su blanco caballo fue a parar a un pueblo en medio de las montañas. A decir verdad, la llegada de tal forastero, levantó gran revuelo entre los habitantes, revuelo que más tarde se convirtió en una gran expectación. Esa noche se alojó en una habitación que había en la cantina del pueblo. Al levantar el sol, después de tomar un trago, llegó el momento que tanto había deseado: hacer reír a la gente. Su actuación tendría lugar en un teatro improvisado para la ocasión en medio de la plaza, había gran multitud de personas, incluso habían llegado ciudadanos de otras aldeas para ver a ese cómico. Pues bien, este señor salió al escenario y empezó a recitar su repertorio, sus historias que tanto habían hecho reír a sus allegados, después de cinco largos e interminables minutos, no consiguió que nadie esbozara ni una sonrisa en sus rostros, desesperado y nervioso por lo acontecido, se dio media vuelta para irse, anduvo dos o tres pasos y, haciendo gala de gran profesionalidad, se volvió hacia el público, se acercó y empezó a contar historias reales de su vida, pero no cosas agradables sino contó sus desgracias, cosas malas que le habían sucedido a él y a sus seres más íntimos, de esa manera y, con gran asombro, hizo reír a todo ese público. Contó relatos que para él eran tristes pero que para el resto de la gente eran historias que les hacía reír a carcajadas. No hay que decir que su actuación fue un rotundo éxito, todas las personas allí asistentes se rieron y fueron felices por un momento. Bien, este caballero, al llegar a su habitación tomó la decisión más triste de su vida: ese era el último día que se dedicaba a hacer reír a la gente y, desde entonces, esa comarca no ha vuelto a sonreír jamás."
  No lo dudes, las personas se alegran de tus males y de tus desgracias, por eso, elige bien al amigo que le vas a contar tu vida.

domingo, 15 de agosto de 2010

Frase de amistad.

  "Con dinero se puede comprar todo menos la amistad."

Frase de autoestima.

  "Ante la adversidad, no te hundas; ante los problemas, lucha; ante las dificultades, mantente firme; sé siempre positivo ante la vida, sé optimista."