domingo, 12 de diciembre de 2010

Real como la vida misma (tercera parte).

  “La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante.”
  “Lo mejor que te puede suceder en la vida es contar con una mano tendida cuando sientes que has perdido el camino; es saber que estés donde estés, alguien te recuerda siempre. Lo mejor que te puede suceder en la vida es encontrar con quién reír, con quien llorar, con quien hablar, saber que alguien se preocupa por tu felicidad. Lo mejor que te puede ocurrir en la vida…¡es encontrar una buena amistad!”
  “Cuando tengas miedo, cierra los ojos y da un paso adelante.”
  “Nunca abandones tus metas; cuando te propongas una cosa, lucha por ello; cuando creas que algo no tiene solución, no desesperes; se siempre optimista ante la vida y, la vida te sonreirá.”
  “Apasiónate por la vida, disfrútala al máximo, ríe con los amigos, diviértete con los tuyos, piensa que sólo se vive una vez, por eso, sácale todo el jugo posible para ser feliz.”
  “No juzgues a los demás por su aspecto físico, no te burles del prójimo, no te rías del que no sabe, acepta a los demás y verás como también la gente te aceptará a ti también.”
  “Tres cosas hay en la vida que nunca olvidarás: tu infancia, tu primer beso y tu amor de juventud.”
  “En la vida cabemos todos: guapos y feos, altos y bajos, inteligentes y tontos,…, no pises a nadie por su aspecto físico, todos tenemos nuestra oportunidad para triunfar.”
  “No es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita.”
  “Si el poder corrompe a las personas, prefiero no tenerlo.”
  “Hablemos claro: no es lo mismo dos bolas negras que dos negras en bolas.”
  “Para conocer a alguien dale poder o dinero.”
  “No esperes nada de nadie, así nadie te defraudará.”
  “Cuando tengas un sueño, y te parezca inalcanzable, no te preocupes, no te agobies, sólo lucha por él, lucha por conseguirlo, no pierdes nada en intentarlo, al contrario, puedes ganar satisfacción cuando lo consigas.”
  “No hay mayor alegría que ver crecer a tus hijos.”
  “¿Por qué en pleno siglo XXI, aún hay personas que se mueren de hambre? ¿No hay nadie que pueda hacer algo positivo? ¿Dónde están los países desarrollados y dónde los países subdesarrollados? O a caso, ¿sólo se mueven por intereses económicos? ¿Será verdad que tanto tienes tanto vales?”

sábado, 11 de diciembre de 2010

Mi filosofía de vida (tercera parte).


  Hola de nuevo, como os había dicho en la anterior entrega y, visto que mis escritos están siendo un éxito de ventas por todo el Mundo, jajaja, aquí tenéis el tercer fascículo. Preparaos para entrar en dos mundos diferentes, pero iguales para algunos teólogos. Son temas complicados de tratar pero interesantes, han sido temas tabus pero que a nadie deja indiferentes.
  Vaya de ante mano comentaros que no pretendo comeros la cabeza a nadie ni mucho menos, ni busco que os unáis a ninguna causa ni nada por el estilo, sólo os voy a decir (como he hecho hasta ahora) lo que yo pienso sobre estos temas.  Los temas en cuestión son: la religión y la vida más allá de nuestro planeta, es decir, la vida extraterrestre.
  Sobre la religión, ¿qué queréis que os diga? Yo soy católico, de pequeñito me decían que tenía vocación de cura, la verdad es que no sé porque me lo decían, quizás era porque era buen chico, no lo sé… Lo cierto es que he procurado ser siempre una buena persona, ser fiel a los amigos, intentar apaciguar las tormentas y, ahora que estoy casado (bueno hace ya 10 años, 9 meses y 25 días) y tengo dos hijas espectaculares, intento ser un buen marido y un ejemplo para mis hijitas.
  Recuerdo que cuando jugaba a baloncesto, gratos recuerdos de mi juventud, yo siempre mediaba por lo compañeros de equipo. Cuando el entrenador castigaba a un jugador porque hacía una cosa mal (que sé yo, llegaba tarde al entrenamiento,…), yo iba hacia el entrenador y le decía que no era para tanto, que a lo mejor tenía que estudiar y por eso no había llegado a tiempo para el entreno, entonces me acuerdo que el entrenador se medio enfadaba conmigo y, os diré más, en cierta ocasión, al interceder por un compañero de equipo, me acuerdo que me echó del entreno. Lo cierto es que mi comportamiento siempre ha sido de defender a los demás, por eso muchos me conocían con el sobrenombre de: “el abogado”, sobretodo entre los entrenadores; pero también os tengo que decir, que a pesar de esto, era muy querido por todos e incluso fui elegido capitán del equipo durante muchos años.
  Hoy en día, os tengo que decir, que sigo haciendo lo mismo en el trabajo, sigo defendiendo a mis compañeros contra las injusticias, aunque me he dado cuenta, o mejor dicho, me estoy dando cuenta, que quizás no valga la pena dar la cara por nadie. Mis seres más queridos me lo dicen, pero creo que quizás tenga una venda en los ojos que me impide ver la realidad de las cosas porque yo sigo haciendo lo mismo. A lo mejor es porque yo soy de esta manera y, como ya os dije, las injusticias no las soporto.

  Hay una parábola del Evangelio que dice así:
  Dijo Jesús a sus discípulos: “Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por diente. Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pida, dale y, al que te pida prestado, no lo rehuyas.”

  A veces la gente se pregunta qué significa ser católico. Ante lo cual, muchos de nosotros no sabemos qué responder. Ser católico o cristiano, nunca he sabido la diferencia entre ambos conceptos, es creer en Jesús, en el Espíritu Santo, en Dios nuestro señor, en los Santos, en la Virgen María,…, lo cierto es que no sé definiros de forma acertada qué es ser católico, lo que sí sé seguro es que Dios existe, que Jesús nos ilumina, que el Espíritu Santo nos guía, que la Virgen María es nuestra “segunda madre” (con perdón a la Virgen María) pero mi madre que ahora está en el Cielo era muy buena y la quería mucho (al igual que a mi suegra, mi segunda madre; por tanto  ¿qué significa que la Virgen María es la “tercera madre”?, no lo sé, lo cierto es que a veces las Santas Escrituras pueden dar lugar a confusiones entre los más católicos y creyentes, lo importante es hacer el bien), y que los Santos nos protegen.

  Otro paraje dice así:

  Dijo Jesús a sus discípulos: “Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; sino fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.” Tomás le dice: “Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?” Jesús le responde: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.”

  Sea cual sea la creencia de cada uno, lo que sí estaremos todos de acuerdo es en que todos los seres vivos, incluso la raza humana, tenemos unos principios por los que vale la pena luchar. Estamos de acuerdo también que hay unas normas en la sociedad que debemos cumplir, hay unas leyes que tenemos que acatar, hay una conciencia que nos “dice” lo que está bien y lo que está mal, hay unas obligaciones que tenemos que llevar a término para el buen funcionamiento del ámbito que nos rodea; lo cierto es que he dado por supuesto unos conceptos básicos de obligado cumplimiento por todos, lo que no tengo tan claro es que nosotros, los humanos, lo llevemos a delante, pero os aseguro que “ellos” sí lo hacen (si leíste la primera entrega, sabrás quienes son “ellos”). En toda sociedad hay unas leyes y, dentro de cada uno de nosotros hay unas normas que desde pequeñitos, nuestros padres nos inculcan y nos dicen qué es lo bueno y qué es lo malo; nuestros progenitores nos enseñan los valores para vivir en paz, luego, por desgracia, la “suciedad” (perdón quería decir la sociedad) nos pone en nuestro sitio y nos “educa” a pisar al prójimo, a desconfiar unos de los otros, a no creer en nada, a dar valor e importancia a cosas superfluas, en definitiva, a ser cada día un poco peores.

  Otra parábola nos indica:
  Los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerle a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley? Él le dijo: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.” Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.

  A lo largo de la historia hemos sido testigos de grandes personajes que han cambiado nuestras vidas realizando descubrimientos e inventos; voy a citar algunos inventos que han revolucionado a nuestros antepasados y, como no, nos han sorprendido a nosotros mismos: cronológicamente os diré que en el período correspondiente a los años 20.000 antes de Cristo hasta el 1 después de Cristo, se inventaron entre otros las agujas de hueso, las vasijas de arcilla, el peine, la rueda, o la palanca; del año 1 al 1500, se inventaron el papel, el astrolabio, el molino de viento, la impresión de libros, la brújula, el reloj mecánico, o la imprenta de tipos móviles entre muchos; el período que va desde los años 1500 al 1700, se inventaron el reloj, el lápiz, el péndulo, el microscopio compuesto, el telescopio,…; entre los años 1700 al 1900, tuvieron lugar los siguientes inventos: la máquina de vapor, el condensador eléctrico, el pararrayos, el cronómetro, el automóvil de vapor, la vacuna, la dinamo eléctrica, el telégrafo, el alfabeto Morse, o la máquina de escribir; y para finalizar, entre los años 1900 hasta nuestros días, se inventaron: el dirigible rígido Zeppelín, el cinturón de seguridad, los semáforos, el secador de pelo, el televisor, la tostadora, los antibióticos, el motor a reacción, el reactor nuclear, la computadora, la central nuclear entre otros.
  Inventores y descubridores que han pasado a la historia de la humanidad, unos recordados por sus inventos que han ayudado a que la sociedad evolucionara más que “ellos” y, otros, en cambio, que han pasado por los libros de historia por descubrir armas e inventos que no hacen nada más que poner en peligro a la raza humana y a todos los seres vivos.
  Hay otro grupo de personas, mucho más numeroso, que no son considerados importantes y que no son reconocidos mundialmente, muy al contrario, son casi ignorados por el resto de la gente. Lo que no nos damos cuenta es que todos aportamos nuestro granito de arena, todos somos importantes para alguien, todos nosotros somos grandes inventores de pensamientos y descubridores de “algo” que nos sirve para estar en los corazones de nuestros seres queridos. Todos los pertenecientes a los humanos y no somos mundialmente conocidos, formamos parte de un grupo que sí nos conoce (la familia, los amigos, los conocidos, los vecinos) y que para ellos somos, unos más que otros, importantes. Para que lo entendáis, un marido es importante para su mujer y sus hijos o hijas, por ejemplo. Dicho esto, sólo tengo que deciros que todos somos gente importante, a veces no conocidos, pero sí somos importantes e incluso, imprescindibles para algunos de nuestros seres queridos, por tanto, cuando obres, obra como si te fuera la vida en ello, porque para alguien eres un ejemplo a seguir.

  Otra parábola dice así:
  De nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda. Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: la boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta? El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allá será el llanto y rechinar de dientes. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.”

  Durante nuestra vida, durante nuestro caminar, nos encontramos a menudo con situaciones buenas y otras, en cambio, malas o desagradables.  Hoy en día y, sin irnos muy lejos en el tiempo, estamos inmersos en una situación de crisis en la que es raro encontrar a una familia que pueda, con su sueldo, llegar a final de mes. Cada día, más personas se quedan sin trabajo y el número de parados aumenta a un ritmo preocupante.
  Yo me acuerdo que de pequeñito, venía a casa un hombre a pedirnos ropa y comida una vez por semana. Mi madre, ¿qué os voy a decir de ella? (otro día os hablaré) atendía a este pobre hombre, es cierto que a nosotros no nos faltó un trozo de pan encima de la mesa para poder comer, pero no es menos cierto que no íbamos sobrados de dinero, pero mi madre le daba comida y cuando era necesario, le daba ropa también. Me imagino que todos nosotros hemos vivido situaciones más o menos parecidos a este relato de mi vida, e imagino también, que habéis obrado de la misma manera.
  Es cierto que hoy en día, hay mucha gente que pide por las calles, por los semáforos,…, y, ha llegado un momento que no nos fiamos de nadie, y a veces, pagan justos por pecadores. Aún así, somos conscientes que hay muchas personas necesitadas y, dentro de nuestras posibilidades, les ofrecemos lo que buenamente podemos. A menudo confundimos las cosas materiales con las abstractas, a veces hace más y es más valiosa una palabra que todo el dinero que podamos dar.

  Hay un pasaje que dice así:
  Dijo Jesús a sus discípulos: “Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle. Y, desde dentro, el otro le responde: No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos. Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará al Espíritu Santo a los que se lo piden?”

  Hay circunstancias que nos superan, que nos encontramos como un pequeño pez en medio del océano. Hay momentos en nuestra vida que tenemos que realizar una tarea complicada cuya dificultad es máxima, pero a pesar de ello, debemos llevarla a cabo. No nos queda más remedio que armarnos de valor, de fuerza y energía y hacer lo imposible. ¿Quién de vosotros no ha estado en una situación igual? No pensemos en grandes cosas, en grandes tareas, simplemente debemos pensar a nuestro nivel. No somos grandes descubridores ni inventores, somos gente de a pie, de la calle, gente trabajadora que tiene sus problemas. ¿Quién no ha estado delante de un examen que pensábamos que íbamos a suspender? ¿Quién no ha hecho una entrevista de trabajo y ha salido desanimado porque pensaba que no lo iban a coger y, al final nos han llamado para el trabajo? ¿Quién no ha tenido pánico ante el examen de conducir? Y así podría seguir con preguntas de situaciones reales que todos hemos superado, ¿será un milagro? ¿Será suerte? ¿Será nuestro Ángel de la Guarda? Muchos interrogantes que a veces no podemos dar una respuesta, o quizás tememos encontrar la verdad.
  Sin ir más lejos, os contaré que tengo dos hijas maravillosas, Nuria es la mayor y Eva es la “peque” de la casa. Eva nació con una fisura palatina completa, al principio a Carmen y a mí se nos cayó el mundo encima. Luego más tarde, y al poder hablar con el Doctor Bregante del hospital Son Dureta (una eminencia en este tipo de malformaciones), nos tranquilizamos un poco y nos dimos cuenta que nuestra hijita era totalmente normal a los demás y, según palabras del Doctor, tendrían que hacerle un mínimo de dos operaciones o… para poderle reconstruir el paladar. Pues bien, y para no extenderme mucho, os diré que Eva se ha curado con tan sólo una intervención. Yo sé, sin duda alguna, que se trata de un milagro, que el poder del Cielo (mi madre, mi suegra, la Virgen María, Jesús,..) quiso que nuestra hija se curara con sólo una operación. Indudablemente, la ciencia dice que es suerte, yo respeto todas las opiniones, respeten la mía por favor.

  En un paraje del Evangelio nos cuenta lo siguiente:
  “Iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con Él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: No llores. Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: ¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate! El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. La noticia del hecho se divulgó por toda la comarca y por Judea entera.”

  ¡Qué fácil es criticar los unos a los otros sin ningún motivo! Sólo por el hecho de que el prójimo es superar a nosotros o simplemente porque es más guapo o inteligente que yo, ya lo critico. La envidia es una de las peores lacras que hay en la sociedad. No nos conformamos con nada de lo que tenemos, siempre queremos más y ansiamos ser mejores que el de al lado. ¡Cuán equivocados estamos! Antes de criticar o incluso de juzgar al prójimo, tendríamos que mirarnos en un espejo y ver verdaderamente cómo somos. Es sencillo opinar de una forma despectiva el comportamiento y la manera de ser del otro, es fácil poner en evidencia a alguien ante los demás cuando una persona no está delante; lo que tendríamos que hacer es observar cómo somos e intentar vivir con ello y vivir en paz. ¡Qué agradable sería estar en un Mundo en que todos nos “aguantáramos” tanto en las virtudes como en nuestros defectos! ¡Qué bonito sería vivir en una tierra en que las envidias desaparecieran y que las críticas despectivas al prójimo no existieran! ¿Por qué antes de decir cosas malas de otro, no nos contemplamos a nosotros mismos? Hay un proverbio hindú que dice así: “Antes de juzgar a una persona, camina tres lunas en sus zapatos.”

  Dijo Jesús a los discípulos una parábola: “¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? Un discípulo no es más que su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: Hermano, déjame que te saque la mota del ojo, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.”

  Como sabéis, me gusta escribir cuentos y, casualidades de la vida, en cierta ocasión escribí uno que hacía referencia a este tema, aquí lo tenéis, se titula: Juzgar o no juzgar.

    En cierta ocasión, cuando fui a despedirme de mi gran amigo Ismael al aeropuerto porque volvía a su país, Jerusalén, fui testigo de lo mal que tratamos a los que no son como nosotros, en definitiva, a los extranjeros.
  Ismael, que por aquel entonces tenía veinte años, uno más que yo, era un estudiante de automoción y, solía venir a mi casa cada verano, justo al terminar el curso lectivo, para poder disfrutar de nuestro clima veraniego y nuestras playas limpias y algunas, aún, vírgenes. Nos gustaba mucho coger las bicicletas e ir a buscar un par más de amigos para luego ir a jugar, haciendo el bestia, con la pelota en la playa. Recuerdo que a menudo nos tirábamos de sol a sol en la playa jugando a voley.
  Mi relación con él fue buena, pero a decir verdad, a veces chocábamos un poco, sobretodo porque a los dos nos gustaban las mismas chicas…
  Pues bien, como iba diciendo, llevé a Ismael al aeropuerto, nuestros rostros estaban tristes por la despedida, estaban desencajados y soñolientos a causa que nos habíamos pasado toda la noche sin pegar ojo comentando lo que habíamos disfrutado ese estío y, haciendo planes para el año siguiente,…, cuando oímos chillar a una chica, tenía el pelo rubio y unos ojos verdosos, iba con minifalda, unas chanclas y un jersei de tirantes,(era la típica muchacha que nos gustaba a los dos); el motivo de tal chillido fue que le habían robado el bolso con el conocido tirón. Esto ocurrió a escasos metros de nosotros, tal situación nos hizo detener y girarnos a ver qué ocurría. No pasaron treinta segundos, ya estaba la policía y agentes de seguridad del aeropuerto rodeándonos a nosotros y a unas quince personas más, parecía una película,…
  La muchacha estaba histérica, no podía ni hablar y ante tal caos, viendo que ya estaban los agentes atendiéndola, intentamos abrirnos paso en medio del gentío, cuando un policía nos paró y se llevó a Ismael por el brazo, dándole empujones hacia una puerta. Yo, de inmediato, me apresuré tras ellos para saber porqué lo llevaba de esa manera ya que mi amigo no había hecho nada malo… Al llegar a tal puerta, que era una pequeña comisaría que luego me enteré que está en todos los aeropuertos, no me dejaron entrar. Yo esperé sentado en el suelo sin poder hacer nada, me sentía frustrado ante tal situación: mi amigo ahí dentro y yo sin poder ayudarlo.
  Pasó un largo tiempo hasta que la chica también entró en la comisaría y, pudo decir que ese chico que estaba ahí dentro no había tenido nada que ver con lo acontecido. Me imagino que les daría la descripción de tal individuo, cosa que desconozco porque Ismael pudo salir después de una disculpa por parte del agente policial.
  Tengo que decir, que Ismael pudo coger su vuelo de vuelta a Jerusalén, en los ojos le pude ver una mirada de odio, no hablamos de lo que había ocurrido pero lo conocía suficiente para notar ese sentimiento dentro suyo.
 
            Desde entonces, he luchado para que las personas nos demos cuenta que todos somos iguales, que lo que importa no es ser más alto o más bajo, más guapo o más feo, que el color de la piel no es lo importante, ya que lo verdaderamente importante es lo que está en el corazón.
  Por cierto, os diré que mi gran amigo Ismael es, hoy en día, directivo de una famosa empresa automovilística,… No tenemos que juzgar a las personas por el color de la piel ni por su nacionalidad, sino hay que juzgarlos por sus buenos o malos sentimientos.



  Lo que tenemos que intentar es no pisarnos los unos a los otros, en este mundo hay cabida para todos y, todos, como ya he dicho anteriormente, somos importantes. Lo que debemos procurar, entonces, es hacer el bien. Esto puede parecer complicado para ciertas personas, pero os aseguro que si lo analizáis bien, veréis que de forma inconsciente, vosotros ya lo hacéis. A nadie se le ocurre, por ejemplo, ir por la calle con un papel en las manos y tirarlo al suelo, lo tiraremos en una papelera. Este gesto tan “tonto” como acercarnos a una papelera para poder dejar el papel, lo realizamos de forma mecánica y sin darnos cuenta. Otro ejemplo, si vamos en autobús y estamos sentados y sube una persona anciana o una persona inválida o una mujer embarazada, todos nos levantamos para dejarle el sitio a dichas personas. Pues bien, estos gestos o estas maneras de actuar tan sencillas, a lo largo de los años se han ido perdiendo cada día más; aunque parezca mentira, lo que sí es real es que de cada día las personas somos un poquito peores. De nosotros depende volver a inculcar estos valores (llámales como tú quieras: éticos o religiosos) a la gente, a nuestros hijos. Lo que he dicho no es nada más ni nada menos que hacer el bien… Lo que sucede, es que a veces oímos esta expresión (hacer el bien) y, ya lo enmarcamos en términos religiosos y nos da cierto “repelus” y, no te das cuenta, que lo estás haciendo sin pararte a pensar lo que haces o no, simplemente lo haces.

  “Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho. Los escribas y lo fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo. Pero Él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: “Levántate y ponte ahí en medio.” Él se levantó y se quedó en pie. Jesús les dijo: “Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?” Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: “Extiende el brazo.” Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.”

  Lo cierto es que cada día damos valor a cosas que son superfluas para nosotros pero nos creemos que sin ellas nuestras vidas no tienen sentido. No nos paramos a pensar en que lo que poseemos nos es suficiente y siempre queremos atesorar más riquezas y más bienes, en definitiva, siempre queremos más. No somos conscientes que el valor de la vida es un regalo, que el hecho de que podamos levantarnos cada día de la cama y podamos andar o correr, podamos respirar el aire, mirar por el balcón y escuchar el dulce trino de los pájaros, tener un trabajo, en conclusión, tener salud, ya es un don que poseemos. Por desgracia hay muchas personas que les falta esto y, a lo mejor son más felices que nosotros, porque sólo buscamos tener más. Piensa que hay personas que están peor que nosotros.
  La sociedad ha sido educada en una estúpida ideología: Siempre nos falta algo para estar completos y, sólo completos se puede gozar de lo que se tiene, por tanto, nos han enseñado que la felicidad debe esperar a completar lo que nos falta y, como siempre nos falta alguna cosa, nunca llegamos a gozar de la vida, nunca llegamos a ser felices. Pero ¿qué pasaría si la “iluminación” llegara a nuestras vidas y nos diéramos cuenta, así, de golpe, que toda esta teoría social es falsa, que todo es una trampa, una zanahoria puesta frente a nosotros para que seamos estúpidos, para que jalemos del carro, cansados, malhumorados, infelices y resignados? Una trampa para que nunca dejemos de empujar y que todo siga igual…eternamente igual. ¡Cuántas cosas cambiarían si pudiéramos disfrutar de nuestros tesoros tal y como están!

  Dijo Jesús a sus discípulos: “Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan, y sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la vista así ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca Fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.”

  Es indudable que hay muchas maneras de ver la religión. También hay que decir, que la religión católica ha hecho algunas cosas mal durante la historia (en tiempos de la inquisición, escándalos de pederastia,…) pero no por eso debemos juzgar a tantas personas que dan la vida por los demás. Personas que llevan la oración a lugares remotos en mitad de las montañas, personas que se sacrifican por la existencia de un mundo mejor. No podemos “crucificar” a todos los curas y ponerlos en un mismo saco, porque eso es un error. Yo siempre he tenido la convicción que hay curas o sacerdotes que te pueden llegar a cambiar el pensar de todo un barrio. Cuando era joven, vivía en una barriada de Barcelona y, había una Iglesia (no recuerdo su nombre).  Cierto día llegó un cura, un buen cura. Era joven y, abrió las puertas de la Iglesia a la juventud: abrió locales del recinto, habitaciones que antes estaban cerradas, las abrió y permitió el paso a las personas jóvenes (y también para cualquier persona de bien) para que las usaran para hacer actividades como tocar la guitarra, hablar, o simplemente estar y pasar un buen rato en compañía de los amigos. Lo que ahora es un local social o un local para la juventud, él lo hizo en los locales de la Iglesia. No hay que decir que para las personas mayores esto significó un “sacrilegio” y le amargaron la existencia, pero para la gente joven del barrio, significó una esperanza, un sitio donde estar y disfrutar de los colegas sin preocuparte de la climatología, significó ver la religión desde otra perspectiva. No importa que os diga cuál fue el destino de ese cura: se fue dejando tras de sí un legado difícil de olvidar. Os diré que fue a parar a otro barrio, un barrio marginal y, al cabo de más o menos un año, lo fui a ver y mi asombro y alegría fue mayúsculo al ver que su “idea” cuajó donde estaba, en definitiva, un buen hombre, un buen cura, un amigo de Dios, que se sacrificó por sus ideales.

  “Al ver Jesús, el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y Él se puso a hablar, enseñándoles:
  “Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.”

  La vida te pone situaciones de compromiso, te pone al límite de tus posibilidades. A veces todo te sale bien pero en otras ocasiones todo parece ponerse en tu contra. Ante tales situaciones no tenemos que desesperarnos, tenemos que afrontar los malos momentos con dignidad y resignación, con fuerza y vigor, con lucha y valor, en definitiva, hay que ser siempre positivos y optimistas.

  Dijeron los discípulos a Jesús: “Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios.” Les contestó Jesús: “¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor; yo he vencido al mundo.”

  Estando aún en Barcelona, cuando terminé los estudios de bachillerato, quise estudiar la carrera militar. Para ello tenía que prepararme durante un año para las pruebas de ingreso en la academia Militar de Zaragoza, donde después de cinco años (si todo iba bien y aprobaba todas las asignaturas) saldría con el cargo de teniente. Sé que a mis padres no les hacía ilusión que yo estudiara esta carrera pero en ningún momento me intentaron quitar esta idea de la cabeza. Pues bien, después de estar un mes y medio estudiando en la ciudad condal y, después de un pequeño percance con un profesor (que por cierto era militar) y con mis “compañeros” de curso, decidí abandonar los estudios.
 Ahora llegaba la hora de decírselo a mis padres. Para mí era una situación complicada, pero me acuerdo que después de muchos titubeos, se lo dije a mi madre, que en paz descanse, con el miedo de qué me dirían. Mi madre, al igual que mi padre, me abrazó y me consoló. Esto me recuerda, una parábola del Nuevo Testamento (parábola que me gusta mucho) y que lleva por nombre: parábola del hijo pródigo.

  Y añadió: “Había un hombre, que tenía dos hijos; y el más joven dijo a su padre: Padre, dame la parte de hacienda que me corresponde; y, el padre repartió la hacienda entre ellos. Pasados no muchos días, el más joven después de recoger todas las cosas, marchó a un país lejano y allí despilfarró todo su caudal, viviendo licenciosamente. Una vez que lo hubo malgastado todo, sobrevino una gran hambre por toda aquella tierra y comenzó a padecer necesidad. Por lo que tuvo que ir a servir a un señor de aquel país, que lo mandó a su granja a apacentar puercos. Bien hubiera querido llenar su estómago con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. Entrando dentro de sí mismo, exclamó: ¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia mientras yo estoy aquí muriéndome de hambre! Ahora mismo me marcho. Iré a mi padre y le diré: Padre mío, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco ser hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros. Y con toda decisión partió para la casa paterna. Todavía estaba lejos, cuando su padre, al avistarlo, se conmovió profundamente. Corrió hacia su hijo, se arrojó a su cuello y le cubrió de besos. El hijo exclamó: Padre mío he pecado contra el cielo y contra ti; no merezco ser hijo tuyo. Pero el padre se dirigió a sus siervos y les ordenó: Pronto, traed una túnica, la mejor que haya, y vestídsela. Ponedle un anillo en el dedo y dadle sandalias para los pies. Traed también un becerro bien cebado y matadlo; y vamos a comer y a hacer fiesta. Porque este hijo mío había muerto y, ha vuelto a la vida; se había perdido y lo hemos encontrado. Y comenzaron a celebrar la fiesta. El hijo mayor, entretanto, se hallaba en el campo; a su regreso, cuando se acercaba a casa, oyó la música y el baile. Y llamó a uno de los criados para preguntarle qué significaba aquello. Es tu hermano que ha vuelto, le respondió aquél; y, porque lo ha recobrado sano y salvo, tu padre ha mandado matar un becerro cebado. El se enojó y no quería entrar, por lo que su padre tuvo que salir a llamarlo. Hace ya tantos años, le replicó el hijo, que te estoy sirviendo y nunca jamás he quebrantado una de tus órdenes. Con todo nunca me has dado un cabrito siquiera, para hacer un poco de fiesta con mis amigos. Ha venido este hijo tuyo, que ha consumido tu hacienda con las meretrices y haces matar para él un becerro cebado. Hijo mío, le respondió el padre, tú siempre estás en mi compañía y todos mis bienes son tuyos. Pero es muy justo que hagamos fiesta y nos alegremos, porque este tu hermano había muerto y ha vuelto a la vida; se había perdido y lo hemos hallado.”

  Bueno, después de todo lo expuesto, como puedes observar, lo que nos ocurre  a lo largo de nuestra vida cotidiana parece que tiene cierta similitud con la palabra de Jesús.
  Sea de esta manera o no, lo que sí es cierto es que no nos cuesta intentar hacer el bien, no cuesta ir a visitar nuestros amigos durante la enfermedad, enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que yerra, perdonar las injurias, consolar al triste, dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino, vestir al desnudo, no es mucho pedir que nos concienciemos en obrar de una forma positiva y humana los unos para los otros; en definitiva, llámalo como quieras, dile católico o creyente, dile como tu más desees, pero ten bien claro que lo más importante en la vida es la oración, tener Fe y ánimo.
  Terminaré esta parte que trata sobre la religión, diciéndote una frase: “Si quieres amar a Cristo, tu amor tendrá que abrazar al mundo entero.”


  Sobre el otro gran tema que no deja a nadie indiferente (la vida extraterrestre) os tengo que decir que durante muchos años ha sido mi tema preferido. He recopilado infinidad de artículos, comprado revistas y libros, leído (aunque Carmen no se lo acabe de creer, sí los he leído), he soñado, me he imaginado situaciones que para algunos pueda resultar estúpidas pero para mí formaban parte de mi otro yo y, a veces me costaba distinguir la realidad del mundo irreal, he visto muchas películas sobre esta temática y, os puedo decir, aunque para alguno de vosotros pueda resultar una opinión objetiva, que allí fuera, en el espacio, existe un tipo de vida diferente a la de aquí en la Tierra.
  El hombre ha viajado a la Luna, ha enviado sondas espaciales a otras biosferas planetarias y dirigido otras a los confines del sistema solar, buscando aquellos elementos que nos ayuden a esclarecer los enigmas del origen del universo y de nuestra procedencia. Sin embargo, nos llueven desde el cielo millones de muestrarios extraterrestres que impactan en la superficie de nuestro globo desde épocas remotas. Numerosos de meteoritos caídos a la Tierra, suministran una fuente de información directa de la química extraterrestre.
Al examinarlos con el microscopio se han hallado desde elementos orgánicos simples hasta bacterias y microorganismos parcialmente fosilizados. El hallazgo de meteoritos de más de cuatro mil millones de años de antigüedad que contienen aminoácidos en su interior indican no sólo que el proceso de evolución química es universal, sino que ésta es de mayor antigüedad que los primeros sedimentos terrestres. Por ejemplo, en el meteorito Murchison, caído en Australia en 1969 (por cierto, es el mismo año en que yo nací, a ver si yo vengo del universo exterior o vengo de la “cigüeña”, jajaja), se encontraron más de noventa aminoácidos diferentes de los cuales tan solo diecinueve se encuentran en la Tierra.
  Debemos considerar que a partir del instante en que surge la materia orgánica en nuestra primitiva Tierra, se inició un proceso de evolución de millones y millones de años que condujo a la formación de los primeros seres bípedos pensantes. Nuestro mundo constituye tan sólo un microcosmos insignificante en la vastedad del universo. Es lógico, suponer entonces, que entre los millones de planetas que hay, se hayan iniciado en algunos procesos biogenéticos idénticos o no a los nuestros. Si lo dicho hasta ahora es válido, podemos concluir que en algún lugar del universo existen civilizaciones inteligentes , dotadas de una tecnología tal que es posible que hallan comenzado a explorar el espacio e incluso intentado la comunicación con nosotros los habitantes de la Tierra, tal y como nosotros también intentamos hacer con ellos.
  El estudio de las apariciones de los fenómenos llamados OVNI (o UFO, en inglés) data de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Entonces estas apariciones se atribuían a curiosidades meteorológicas o sondas espaciales de espionaje entre las grandes potencias. Desde todos los puntos del planeta llegaban noticias de avistamientos y “contactos” con extraterrestres.
  Los contactos con seres procedentes de otros planetas han sido frecuentes a lo largo de la historia del hombre. He aquí una pequeña pero interesante lista de tales contactos:
- La sorprendente “siflala” es una colección de escrituras caldeas que datan de nada menos que siete mil años antes de nuestros días. El dato contiene instrucciones exactas para la construcción de lo que llamamos un platillo volante. Incluye también informaciones sobre ángulos de aterrizaje, estabilidad en el aire, indicadores de cristal y equilibrio. Se indica además que las superficies de los cristales cambiaban de color durante el vuelo, un fenómeno observado por casi todas las personas que han visto OVNIs actualmente.
- Hace cuatro mil doscientos años, el emperador Tachón, que reinaba en aquella época en China, consiguió de un invitado de honor, un “extraterrestre”, los planos y la enseñanza técnica que le permitieron construirse un vehículo volador, en el cual hizo viajes al espacio.
- El año 2346 a. C. aparecieron diez soles en China, durante el reinado del emperador Yao.
- Un soberano japonés recibió el año 2000 a. C. en Kyushu s siete Discos del Sol.
- Un dibujo encontrado en una cueva de Uzbekistán, en la frontera de China con Rusia, que data del año 2000 a. C., muestra el movimiento de elevación de un OVNI.
- Las míticas ciudades de Sodoma y Gomorra fueron destruidas en el año 1950 a. C. por lo que llamaron “ángeles”. En la actualidad, en esa zona se hallaron restos de una explosión nuclear. (Ciudades que se citan en la Sagrada Biblia).
- En el reino de Babilonia, en el año 800 a. C., Salmanasar II es acompañado por “consejeros alados”.
- En el año 814 d. C. aterrizó, tal como relata el obispo Agobardus, una “nave envuelta en una nube con cuatro personas” ante la ciudad de Lyon.
- En la Edad Media son abundantes los relatos de avistamientos. El año 1344, en la Villa de Feldkirch, Austria, cerca de la frontera con la colonia suiza, “un tronco envuelto en llamas” cayó sobre la plaza del mercado y, después de reposar un rato, se levantó y, en su vuelo en las alturas, desapareció de la vista de la gente.
- En 1978 se produjo uno de los más intensos períodos de apariciones de ovnis en la historia de Australia. Una gran parte de los avistamientos se concentró en la parte sudeste del continente y en particular en la zona de Brass Strait.

  Innumerables avistamientos y acontecimientos a lo largo de la Historia revelan la existencia de vida extraterrestre. Sin duda alguna, estos “enigmas” no hacen nada más que poner en entredicho a los más escépticos y hacen tambalear la estructura del Universo.

  En la pampa de Nazca, al sur del Perú, hay el calificado por muchos como el “colosal jeroglífico”, más conocido con el nombre de las líneas de Nazca.
  Estas “líneas” sólo visibles en su totalidad desde el aire, pudieron ser ejecutadas para “alguien” que volaba y surcaba los cielos…



 El prestigioso escritor J.J.Benítez define a los ovnis como astronaves no humanas. Está convencido que estas civilizaciones nos visitan desde siempre. Su rastro está grabado en pintados o esculpidos en las paredes de la prehistoria. Un ejemplo de ello es Tassili, en el Sáhara argelino. En una plataforma arenosa de 800 kilómetros de longitud por 60 de ancho, se encontraron millares de pinturas que representan a los hombres y a la fauna que poblaban el Sáhara hace miles de años, cuando el desierto era todavía un vergel. Pues bin, entre esas representaciones pictóricas (ejecutadas en diferentes períodos de la historia), las más antiguas, fechadas entre 4000 y 10000 años a: C., dejaron estupefactos a los expedicionarios franceses. Entre las escenas de caza, las danzas religiosas, los rituales y las múltiples imágenes de animales salvajes, ganado,…, aparecía un sinfín de pinturas de “seres” y “objetos” que, a todas luces, nada tenían que ver con los nativos. Y esos indescifrables personajes fueron bautizados como los “cabezas redondas” y los “nadadores”. Se les denominó de esta manera, porque a diferencia de los hombres, mujeres y niños que completan los rojizos y violetas murales, estos “seres” presentan unas enigmáticas y desproporcionadas cabezas, provistas de un solo ojo, de antenas y de toda una serie de elementos que no encajan en el perfil físico de aquellos pobladores de Jabbaren.

  Podría relatar infinitos relatos de sucesos acontecidos a lo largo de nuestros tiempos, pero considero que los “no creyentes” seguirán con sus treces y, por el contrario, los que ya sabían de la existencia de tales seres extraterrestres, no hago nada más que fortalecer sus creencias.
  Como dije al principio de esta tercera entrega, no pretendo comer la cabeza a nadie con estos capítulos, mi intención es haberles entretenido y haberles mostrado “otra”realidad y visión de las cosas.

  Hay dos cosas muy importantes en esta vida: la familia y los amigos. Pero que el resto de las cosas no te deje indiferente.
  Opines lo que opines, si no ocasionas ningún mal a otra persona, bien opinado es.

  Bueno y, ya para despedirme (hasta otra entrega) me gustaría terminar de la misma manera que concluyó el Papa Juan Pablo II, que en paz descanse, la plegaria que versaba sobre la guerra en Bosnia del año 1995: “Pido a Dios que toque los corazones e ilumine los espíritus descarriados.”





   

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Dos opiniones distintas (humor).


EN ESTE MUNDO TRAIDOR, NADA ES VERDAD NI ES MENTIRA,
TODO DEPENDE DEL COLOR CON QUE SE MIRA… . .
O
DE QUIEN LO CUENTE
Dos mujeres conversando:
- ¿Cómo te fue ayer?
-¡¡Una catástrofe! mi marido llegó a casa del trabajo, cenó en tres minutos, después tuvimos relaciones sexuales en cuatro minutos y a los dos minutos, ya estaba dormido!.
-Y tu día,  ¿cómo fue?
- ¡¡Ha sido fantástico!. Mi marido llegó a casa y me llevó a cenar, luego caminamos bajo las estrellas durante un largo rato hasta que llegamos a casa. Después de una hora de juego amoroso a la luz de las velas, tuvimos relaciones sexuales durante mas de una hora y hablamos luego hasta el amanecer, que ya rendidos, nos dormimos!.

Por su parte los dos maridos correspondientes opinan:
- ¿Qué tal ayer?
- ¡¡Cojonudo! Llegué a casa y la cena estaba en la mesa, cenamos, echamos un polvo y me dormí como una piedra!.
¿Y tu?
- ¡Un desastre!! Llegué a casa cansadísimo, no había luz, tuve que llevar a mi mujer a cenar fuera, la comida era una basura y carísima, tan cara que no tuve dinero para pagar el taxi de regreso. Fuimos andando hasta casa, cuando llegamos, todavía no había electricidad, y encendimos las velas. Estaba tan estresado que necesité una hora para tener una erección y otra para alcanzar el orgasmo. Con todo eso me desvelé y tuve que soportar a mi mujer hablando hasta el amanecer…………...

Carta de divorcio.

Querido esposo:
 
Te escribo esta carta para decirte que he decidido dejarte, por el bien
de los dos.
 
He sido una buena mujer para ti estos siete años, y sin embargo no puedo
decir nada bueno que me haya tocado a mi.
Estas dos últimas semanas han sido un infierno:
Hoy, tu jefe me llamó para decirme que habías renunciado al trabajo y
eso fue lo último que pude soportar.
La semana pasada, viniste a casa y no mencionaste nada acerca de mi
corte de pelo, ni del arreglo de mis uñas; cociné tu comida favorita y
hasta estrené un nuevo camisón, pero tu, llegaste a casa, comiste en dos
minutos y te fuiste directo a la cama después de ver el partido de
fútbol.
Ya nunca me dices que me amas y ni tan siquiera me acaricias.
O me estás engañando con otra o ya no me quieres.
De cualquier manera, me quiero ir y te abandono.
 
P.D. No trates de buscarme. Tu hermano y yo nos mudamos a Baracaldo
juntos.
Que te vaya bien
 
Tu Ex-esposa.
 
 
Querida Ex-esposa:
 
No sabes que alegría me ha causado recibir tu carta.
Es verdad que tú y yo hemos estado casados 7 años, aunque eso no
significa que hayas sido una buena mujer. Todo lo contrario.
 
Verás... Yo veo tantos partidos de fútbol para tratar de ahogar el
aburrimiento que me causan tus constantes quejas y malas actitudes. Que
pena que no funcionó nuestro matrimonio, porque yo te amaba.
Claro que noté que te habías cortado el pelo y la primera cosa que me
vino a la cabeza fue:
'¡¡¡Joder, si parece un hombre!!!'...pero mi madre me enseñó que si no
puedo decir algo bueno de alguien, es mejor no decir nada.
Cuando cocinaste mi plato favorito, debes haberme confundido con mi
hermano, porque yo dejé de comer cerdo hace casi 7 años.
Me fui a dormir cuando te pusiste ese camisón, porque la etiqueta con el
precio todavía estaba pegada a la prenda y recé pidiendo que fuera
coincidencia que mi hermano me pidiese prestados 50 euros esa misma
mañana cuando la etiqueta marcaba 49,99.
No obstante y como todavía te amaba, pensé que todavía podíamos resolver
lo nuestro así, que cuando descubrí que había sido el único acertante de
la loto de diez millones, renuncié a mi trabajo para tener todo el
tiempo para ti y, además compré dos boletos para Jamaica. Pero cuando
llegué a casa, tú ya te habías marchado.
Todo ocurre por una buena razón, eso creo.
Espero que tengas la vida que siempre deseaste.
 
Mi abogado dice que gracias a la carta que me dejaste, no recibirás ni
un céntimo, así que cuídate mucho.
 
P.D . Ah, no se si alguna vez te comenté esto antes, pero mi
hermano,Carlos, cuando nació, se llamaba Carla.
 
Confío en que esto no te será un problema.
Firmado,
 
Rico y Libre!!!